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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el actual género de moda se pueden distinguir varias categorías como en su día ocurrió con el Oeste realizado en casa. nos estamos refiriendo al género de terror.
Estableceríamos una primera categoría en aquellos films con auténtica y verdadera clase que suele producir la productora inglesa Hammer Films. Una segunda categoría en cintas con pretensiones, realizadas por directores más o menos inteligentes, con apuntes de conseguir un posible logro, pero que no llegan a ser de auténtica calidad. Y una tercera categoría o apartado, donde va ese cine de terror barato, de consumo, mal hecho, para salir del paso y atascar los mercados sin ningún otro logro positivo.
"Trágica ceremonia en Villa Alexander" la enclavariamos, según hemos establecido, en la segunda categoría, es decir, película con inquietudes, con un director como Ricardo Freda (enmascarado en británico nombre de Robert Hampton), que consiguió en algunos momentos dignificar el film de romanos en su época y que también hizo algunos pinitos en el género de terror.
El argumento tiene algunos visos de originalidad, o al menos cae en el siempre tópico de el hombre lobo, Drácula o cualquier otro tópico de momias vivientes ni nada parecido.
Todo se origina motivado por la madición de un collar y en una orgia de sangre y masacre humana en una misa negra.
Film realizado con oficio, en el que todo raya a poca altura pero con cierta dignidad, dentro del apartado comercial.
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