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CRITICA
Por: PACO CASADO
Empieza la película con un quirófano donde nace un niño. Y también hay medi ahora de explosiones.
Esto sí se puede sacar en limpio de la obra de Isasi Isasmendi, reitante en sus estrenos durante las fechas peores de la exhibición.
No podemos cansarnos de señalar que la indirecta obligación de presentar películas de este jaez, que se impone a los exhibidores, es un gravámen absurdo, toda vez que no se obliga paralelamente al público a asistir a las proyecciones.
Proteger este tipo de cine es perder el tiempo. Año tras año, Isasi Isasmendi, malestrena estas películas, sin aportar nada al espectáculo, al arte o a la cultura, y sin éxito lucrartivo de exhibición, y aún sin prestigio para nadie.
Personajes sin definir, sin caracterizar, en los que los actores naufragan por completo.
Fotografía técnica, pero sin asomos de expresión, música desaparecida, y un guion catastrófico, rompecabezas para entretenimiento de cerebros ociosos.
Y en la dirección una labor sin ganas, sin conocimientos, sin funcionalidad, sin saber a dónde va, que se limita a fotografíar las acciones.
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