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CRITICA
Por: PACO CASADO
La acción de esta historia transcurre en el año 1988 en la América de Ronald Reegan, donde viven Maren que es una joven que aprende a sobrevivir al margen de la sociedad, y por otra parte está Lee un joven vagabundo, especie de hippy con mechas de pelo pintadas de naranja, que se gana la vida robando en los supermercados para poder comer y viviendo acampando aquí y allá, con el que un día se encuentra, tramando una buena amistad y llega a enamorarse.
Maren, esta chica de 18 años, estudiante de secundaria, vive con su padre, nunca conoció a su madre, que los abandonó siendo muy pequeña por lo que no tiene ningún recuerdo de ella.
Un día al levantarse encuentra en la mesa un sobre con un poco de dinero y un reproductor de cassette en el que su padre le explica que se marcha y la abandona y algunas cosas más sobre su vida, al igual que hizo su madre, de la que le deja un documento por el que Maren tratará de buscarla en una odisea de miles de kilómetros en los que atraviesa varios estados, que en gran parte recorrerá con Lee en un coche robado.
En su devenir Maren se encuentra al comienzo de su aventura con Sully, un señor ya mayor, que la acoge en su casa, ya que ha descubierto que es una de los suyos.
Ambos son devoradores, o lo que es lo mismo, comedores de personas, son como unos vampiros modernos que actúan a la luz del sol, que se respetan entre ellos, son agradables mientras no tengan hambre, como igual ocurrirá más tarde con Lee, con el que hace tan buenas migas ya que son del mismo clan.
Maren llegará a conocer a su madre y saber de donde le viene esa tendencia devoradora, mientras también sabremos algo más del pasado de Lee, para terminar en un final inesperado.
El guion de esta película, escrito por David Rajgnanich, está basado en la novela de Camille de Angelis, publicada en 2015, que por su temática se podría enclavar igual en el género romántico que en el de terror caníbal ya que de ambas cuestiones se alimenta su trama argumental, en la que apenas pasa nada que sea relevante, para lo que se emplea más tiempo del necesario, por lo que resulta falto de ritmo.
En lo interpretativo tiene como protagonistas a una pareja ascendente, por una parte Timothée Chalamet, que cada vez está más presente en los repartos, a su lado la encantadora Taylor Russell en el papel de Maren y formando triángulo el veterano Mark Rylance al que acabamos de ver la pasada semana en El gran Maurice (2021) en un personaje muy diferente.
En su banda sonora encontramos las partituras escritas por Atticus Ross y Trent Reznor y canciones de Kiss, Duran Duran, Leonard Cohen, entre otros, que adornan el relato.
El director siciliano Luca Guadagnino es el encargado de conducir esta historia, cineasta del que ya conocemos algunos de los títulos de su filmografía como Cegados por el sol (2015), la muy celebrada Call me by your name (2017), el remake de Suspiria (2018) y ahora nos llega con 'Hasta los huesos' (2022) el último realizado hasta el momento.
Leon de plata y premio Marcello Mastroianni al joven actor Taylor Russell en la Mostra de cine de Venecia.
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