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CRITICA
Por: PACO CASADO
Si Fernán Caballero dijo que la novela no se inventa sino que se copia de la realidad, otro tanto podríamos decir del cine.
Y eso pensamos que hace ultimamente Blake Edwards a juzgar por sus dos íltimos films, "10" y "Sois honrados bandidos".
En la primera vio una chica cruzar un semáforo y era tan perfecta que merecía un diez e hizo una película.
En ésta no ha tenido más que utilizar a su propia esposa en la vida real, Julie Andrews.
¿Qué ocurriría si Mary Poppins (Julie Andrews) se destapara? e hizo esta película.
Él conoce bien el mundo de Hollywood y no ha tenido más que poner un director de éxito que un buen día ve fracasar estrepitosamente su última película. Alguien le aconseja que le de un tono erótico. Y triunfa.
Edwards no ha tenido más que echar una mirada a ese entorno de productores y ejecutivos que bien conoce para hacer una crítica del mundo del cine americano, donde desde los despachos se manejan astronómicas cifras y se hace triunfar una película.
En la cinta se juega incluso con el nombre de Mary Poppins.
El film pensamos que no está totalmente logrado. No cabe duda que Edwards sabe lo que se trae entre manos pero no le ha salido redondo, flaquea en algunos momentos y pensamos que al final alarga la cinta.
¿Será que se está haciendo viejo?. Este no es el director brillante de sus mejores momentos. Hay escenas que recuerdan "El guateque", donde reune a un gran número de personajes, pero sin la gracia de aquel otro film.
Algunas estrellas de la televisión con Robert Mulligan y Larry Hagman se pasean por el set, junto al inolvidable William Holden, ya fallecido.
Este largometraje que provocó un gran escándalo por el torso desnudo de Julie Andrews es un simple pasatiempo.
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