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CRITICA
Por: PACO CASADO
Ann es una joven que tiene vocación de monja y entra en un convento, pero ella realmente lo quiere de verdad es llegar a ser exorcista, algo que el Vaticano le tiene vedado a las mujeres, no obstante, uno de los profesores, el Padre Quinn, ve cualidades en ella y entra en la escuela de exorcismo reabierta por la Iglesia Católica en la que los sacerdotes aprenden a tratar a las personas poseídas por el diablo con el rito del exorcismo y a intentar sacárselo de sus cuerpos.
Dentro de esa escuela, situada en la ciudad de Boston, hay un apartado o especie de hospital en el que están internados estos enfermos y Ann tiene cierto cariño hacia algunos de ellos, entre otros una niña de diez años, Natalie, cuya familia piensa que está poseída.
Ann cree que lo está por el mismo demonio que hizo que su esquizofrénica madre se suicidara.
A lo largo de la trama conoceremos que Ann quedó embarazada a una temprana edad y acabó por dar a su hija en adopción.
Son ya muchas las películas que se incluyen en el género que tratan el tema del exorcismo, desde aquel ya lejano tiempo en el que una de ellas lo puso moda, El exorcista (1973), dirigida por Williams Friedkin, basada en la novela de William Peter Blatty hace ya medio siglo.
Algunos de estos films se enclavan generalmente en el género de terror y están claramente dirigidos a producir terror y sobresaltos en los espectadores, especialmente los más jóvenes, que son los más adeptos a pasar miedo en una sala de cine.
Sin embargo otros recogen casos reales que se han producido a lo largo de los tiempos y son escenificados para darlos a conocer a los espectadores.
Este que comentamos, siendo un caso de ficción, digamos que tiene un argumento en cierto modo novedoso y si bien no muestra un hecho real no es de los que parece que van más encaminados a los que hemos citado en primer lugar, aunque tenga escenas terroríficas y algún que otro sobresalto a lo largo de la trama.
Ann tendrá que enfrentarse a una fuerza demoníaca que está misteriosamente relacionada con su tormentoso pasado.
Pero dentro de esa falta originalidad lo que no nos acaba de encajar es la revelación final entre la protagonista y una de las enfermas que nos parece es coger el rábano por las hojas, cuando en realidad no hacía falta.
Prácticamente todo el protagonismo de esta historia recae sobre la joven actriz Jacqueline Byers, a la que a pesar de tener casi media docena de títulos realizados, entre ellos 'Latidos en la oscuridad' (2018) y casi una docena de series de televisión, no la teníamos muy ubicada, que hace un correcto trabajo.
Casi otro tanto ocurre con el director de esta cinta Daniel Stamm que parece que tiene cierta tendencia a este género a juzgar por algunos de los títulos realizados entre películas y series televisivas, como 'Una muerte necesaria' (2008) que fue el de su debut en la dirección, 'El último exorcismo' (2010), '13 pecados' (2014) y ahora 'Reza por el diablo' (2022) que es el cuarto que hace para el cine, con una puesta en imagen bastante limpia con el error antes mencionado del guion de Robert Zappia .
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