Título: |
LOCA OBSESIÓN |
Título original: |
ALL ABOUT STEVE |
Nacionalidad: |
EE.UU. de 2009 |
Dirección: | PHILL TRAILL |
Guión: | KIM BARKER |
Fotografía: |
TIM SUHRSTEDT |
Música: |
CHRISTOPHE BECK |
Interpretes: |
SANDRA BULLOCK, THOMAS HADEN CHURCH, BRADLEY COOPER, KEN JEONG, D. J. QUALLS, KEITH DAVID, HOWARD HASSEMAN, BETH GRANT y KATHY MIXON |
Censura: |
AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS |
Duración: |
99 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Cada día aparecen más nuevos directores que provienen de otras profesiones, bien sean cinematográficas o no, y así se sufren las consecuencias luego.
Desconocemos cómo actúan los sindicatos americanos, que tan exigentes son para otras cosas del cine, pero lo cierto es que tendrían que establecer un certificado de aptitud para ponerse detrás de las cámaras y así se evitarían muchos patinazos.
En este caso es el debut del guionista y actor teatral Phill Traill quien hace su primer trabajo de responsable detrás de la cámara para dirigir esta comedia sentimental en la línea de esas cintas locas llenas de carreras, de momentos absurdos que de vez en cuando hace el cine norteamericano.
Mary Horowitz trabaja en un periódico de Sacramento haciendo los crucigramas. Está viviendo la crisis de los 30 años sin haber sido capaz de establecer una relación amorosa seria, por lo que aún no tiene novio, pero un día acude a una cita a ciegas y conoce a Steve, un cámara de la televisión local, del que se enamora perdidamente y entiende que también él lo está y comienza a seguirle a todas partes tras perder su empleo por dedicarle todo un crucigrama, sin mucho sentido, a su figura.
Steve no sabe cómo quitársela de encima porque es hiperactiva, no para de hablar y moverse, hasta que un día se convierte ella misma en noticia.
Esta última parte recuerda mucho el circo mediático que se monta con el de El gran carnaval, de Billy Wilder, por la presencia masiva de los medios de comunicación por conseguir la noticia, aunque en un sentido distinto y con otra calidad.
Se trata de una de esas comedias absurdas, lo que da pie a que Sandra Bullock saque a relucir su capacidad para el género, aunque en esta ocasión exagera tanto su personaje que parece más una marioneta que una actriz, por los movimientos que hace y las muecas que reflejan su rostro, lo que le ha valido estar nominada a los Razzies como una de las peores interpretaciones del año.