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CRITICA
Por: PACO CASADO
Tras dominar el mundo del boxeo, llegando a ser campeón del mundo, Adonis Creed, ya retirado, ha prosperado en su carrera y en su vida familiar, con su esposa Bianca, antigua cantante pop ahora productora de un sello musical, y su hija Amara, que es sorda, con una gran mansión en Los Angeles y donde ha creado un gimnasio en el que forma a nuevos valores de cara a poder conseguir el anhelado título y donde entrena el mexicano Félix Chávez, actual campeón.
Tras el paso de los años un día reaparece un amigo de la infancia y antiguo prodigio del boxeo, Damian Anderson, que ha estado dieciocho años en la cárcel cumpliendo condena, debido a un suceso en el que se vieron ambos implicados, pero del que se libró Adonis Creed y pagó la culpa Damian.
No obstante éste no viene a exigirle explicaciones, ni a pedir favores, aunque Adonis le ofrece su gimnasio y pronto le propone que desea optar al campeonato del mundo enfrentándose al púgil que Adonis está entrenando que es quien lo tiene en su poder en estos momentos.
Aunque Damian no es todavía boxeador profesional, no obstante logra finalmente enfrentarse a él venciéndole y consiguiendo el perseguido título.
Esta producción es la tercera de la saga Creed, un personaje que surgió de otra anterior saga memorable del género del boxeo como es la de Rocky Balboa, que creó e interpretó Sylvester Stallone, que también intervino en el inicio de ésta, aunque no tiene pensamiento de volver.
El propio protagonista Michael B. Jordan es quien se ha encargado de la dirección en este caso y la verdad es que para ser una tercera entrega de esta saga ha resultado una historia realmente interesante, aunque con un final previsible.
El peso de la interpretación descansa tanto en Michael B. Jordan como en su principal oponente Jonathan Majors en el papel de Damian Anderson.
Jordan como actor tiene la experiencia de haber interpretado más de cincuenta títulos entre películas, videos, series, etc., pero como director es un simple debutante y ciertamente lleva la acción a un buen ritmo ya que a pesar de las casi dos horas de metraje, se pasa en un vuelo, resultando muy entretenida y fácil de seguir.
Uno de los aciertos es el dinámico montaje que tiene en los combates de boxeo, lo que le da una emoción añadida que gustará a los aficionados a este deporte.
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