|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Un astronauta, el comandante Mills, se estrella con su nave en un catastrófico accidente afectada por una miríada de meteoritos en un misterioso planeta que descubre que es la Tierra en los tiempos de los dinosaurios, hace 65 millones de años, en el que no está solo.
Ha aceptado esa misión que le tendrá fuera de casa durante dos años para poder pagar el tratamiento médico de la enfermedad que padece su hija Nevine que le salvará la vida a la que ha dejado con Alya, su madre.
Allí se encuentra con Koa, una jovencita de la misma edad de su hija, con la que no se puede comunicar verbalmente, ya que habla un idioma que no comprende.
En compañía de la chica tiene que abrirse camino hacia una alta montaña donde debe estar la cápsula de rescate de la nave.
Por el peligroso camino desconocido tiene que hacer frente a diversas clases de dinosaurios de diferentes tamaños por los que constantemente son atacados todos, con hambre con la posibilidad de ser devorados si no logran vencerlos en una lucha épica para poder sobrevivir.
Se trata de una producción de ciencia ficción con un argumento poco original de los propios directores Scott Beck y Bryan Woods que se encargaron también de hacer el guion y de llevarlo a cabo en una realización muy sencilla y simple en la que no tienen más que añadir un nuevo peligro a cada paso y este siempre viene ocasionado por un animal prehistórico de un tamaño o de otro, al nivel del suelo o aéreo.
A lo largo de la aventura entre estos dos únicos personajes se introducen algunos flash backs de recuerdos del protagonista cuando jugaba con su hija en la playa, entre otros.
Tiene la virtud, extraña en estos momentos, de no alargar demasiado la historia, sino contarla en una duración standard de hora y media aproximadamente, con lo cual aunque sean dos personaje simplemente, no se hace larga al estar salpica la narración de constantes peligros.
Entre sus atractivos se encuentra el eficaz trabajo de los efectos digitales a la hora de crear a las distintas clases de criaturas que atacan a los protagonistas.
Está producida entre otros por Sam Raimi, tal vez si hubiera sido dirigida por él en lugar del dúo de director que fueron los escritores de 'Un lugar tranquilo' (2018), se hubiera obtenido un resultado más favorable y con ciertas garantías, pero de todas formas está realizada correctamente.
Su protagonista no es otro que el actor de 39 años Adam Driver que en estos momentos se encuentra entre los más cotizados, junto a la joven actriz recién llegada Ariana Greenblatt.
En realidad esta historia no ofrece nada nuevo ya que nos recuerda a otros muchos títulos de este género que trataron temas más o menos similares, aunque esa falta de originalidad está paliada por el ritmo que se imprime a las imágenes.
Esta especie de pequeño cuento de ciencia ficción da lugar a hacerse el espectador muchas preguntas, pero lo mejor es aceptar su convencionalismo y dejarse llevar por la imágenes.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CLIPS
AUDIOS
PREMIERE