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CRITICA
Por: PACO CASADO
De unos años para acá las grandes productoras americanas, en su afán de recuperar público, han descubierto que el hacer películas con negros puede dar excelentes resultados taquilleros.
Así, tanto la Metro, como la Columbia, como ahora la 20Th Century Fox, ruedan sus cintas que no podemos considerar como "de negros", sino tan solo "con negros", ya que los elementos de color son utilizados en forma falsa y artificial y solo por motivos comerciales.
Así surgió "Algodón en Harlem" y sobre todo la serie de Shaft, el detective de color que era una réplica en negro de los James Bond y similares.
En una copia clara de este Shaft nos llega ahora un tal Mister T, en esta "Su majestad el hampa", simplón título castellano del original "Trouble man".
Y de nuevo estamos aquí ante estos utópicos negros de lujo, con trajes de trescientos dólares, cadillacs suntuosos, apartamentos de cine y un tono de vida que no recuerda, ciertamente, el hacinamiento de Harlem.
Mister T es también un superman de color que mata, hace el amor, engaña y corre aventuras con gran clase e inteligencia.
En este cine racista, de un racismo a la inversa, que no engaña a nadie, el malo será un blanco y el tonto será también un blanco, y además policía para dar más tono de cinta moderna y avanzada.
"Su majestad el hampa", al margen de estas consideraciones éticas e ideológicas indispensables, es un policiaco llevado con pulso por Ivan Dixon, con un buen entramado argumental, una música brillante y funcional de Marvin Gaye (del tipo de Isaac Hayes, claro está), y unos actores que cumplen en este producto estandard de la industria americana que parece gustar, como las anteriores de su estilo, al público europeo.
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