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CRITICA
Por: PACO CASADO
La notable personalidad de Luis Buñuel, el director español más universal, queda demostrada en 'Nazarín' (1958), donde juega y maneja un tema tan querido para él como la caridad y la entrega al prójimo dentro de la ideología cristiana.
Realizada durante su etapa mexicana, en ella nos cuenta la historia del padre Nazario, un cura joven que vive en la indigencia más absoluta porque no tiene nada, sino porque, además, junta a su caridad los pocos estipendios que un párroco amigo suyo le consigue.
Pretende vivir una vida pura y honesta de acuerdo con los principios cristianos.
Nazario vive en un fonducho que sólo alberga a cuatro desheredados de la fortuna: una mujer engañada, tres horrendas prostitutas...
Una de ellas, Andara, tras acuchillar a una compañera de oficio, Camila, se refugia en el cuarto del cura que le da cobijo.
A partir de ahora empezarán todas sus desgracias; Nazario será suspendido "a divinis" y tendrá que echarse a los caminos pidiendo limosna.
Dos mujeres le seguirán como peregrinas: la Andara y la hermosa Beatriz, que le ha tomado por un santo y hasta por hacedor de milagros.
Es la adaptación de la novela homónima de D. Benito Pérez Galdós en la que este sacerdote pretende llevar hasta sus últimas consecuencias las enseñanzas evangélicas.
Por este motivo será perseguido por unos y por otros.
El anticlerical Luis Buñuel hace una película que confunde ampliamente a la crítica y a los espectadores, siendo bien recibida no sin ciertos reparos que se refieren al verdadero contenido.
El director parece identificarse con la figura del sacerdote a veces, mientras que en otras se muestra indiferente e incluso se le nota un claro rechazo.
Plantea la narración como una clara parábola de identificación entre el protagonista y Cristo.
Es aquí donde reside su principal fallo, en un enfoque que resulta sin duda muy claro pero que no se atreve a llevarlo hasta sus últimas consecuencias.
De esta manera hay escenas y personajes enmarcados por el simbolismo en un remedo de los discípulos e incluso hace una versión del buen y el mal ladrón.
Al margen del enfoque que Luis Buñuel mantiene en el film, de que nos pueda parecer o no equivocado, lo que sin duda destaca en 'Nazarín' (1958) es lo funcional de la puesta en escena, la agudeza en el detalle con que dibuja las situaciones y a los personaje, la maestría con la que narra la historia.
Todo ello parece confirmarnos una clara preferencia del Buñuel mejicano al Buñuel francés, aunque más auténtico sería el Buñuel español, si el gran autor aragonés hubiera podido hacer su carrera en su propio país, pero al no haber sido así, sus títulos mexicanos nos llegan más de cerca, nos parecen más auténtico como este Nazarín atormentado, retrato de un hombre bueno hecho con una gran maestría.
En el Festival de cine de Cannes consiguió el gran premio internacional y a punto estuvo de lograr el Premio de la Oficina Católica.
Posee una excelente interpretación del actor español Francisco Rabal que consigue da a su personaje toda la ambigüedad pretendida por el director.
Premio Bodil a la mejor cinta no europea y fue situada por la revista Cahier du cinema en el top de las diez mejores películas del año.
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