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CRITICA
Por: PACO CASADO
Basada en una notable novela del género negro francés, esta película posee un bonito tema con el que hacer un gran film de haber caído en otras manos más expertas y de haberse cuidado más su realización.
El tema interesa desde su comienzo y los giros que toma la acción hacen que no se pierda el interés del relato que tiene ciertas originalidades en su desarrollo argumental, sobre todo por el deseo que despierta en el espectador el llegar a conocer verdaderamente a cada uno de los personajes que lo protagonizan.
Para ser una cinta de coproducción entre Francia y España, cosa no muy frecuente, la película posee un tono medio muy discreto.
La realización es correcta en líneas generales, aunque posea sus fallos.
Lo que nos parece mejor de todo es su argumento, un tanto desaprovechado en un guion endeble en algunos momentos, que no ha sido debidamente paliado por la dirección.
Tiene también el film un aceptable uso del color, que hace que llegue a pensar a veces que se ha usado el technicolor en lugar del eastmancolor, máxime cuando la película ha sido rodada en España, aunque simulando la Arizona de Estados Unidos.
La música es la precisa con un bonito tema de guitarra usada en medidas dosis.
En el capítulo interpretativo hay que destacar sobre todos a Michel Constantin, un buen actor francés al que le recordamos otras grandes interpretaciones.
Después Senta Berger, correcta en su papel y deplorable la aportación española que corresponde en gran dosis a Julián Mateos, teatral y artificioso en todo momento, empeorado por su propio doblaje.
Asesinatos a sangre fría, algunos impunes aunque al final se hace justicia.
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