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CRITICA
Por: PACO CASADO
Si observamos con detenimiento el panorama del cine europeo en estos momentos, hay que convenir que pocos cineastas de ninguno de los países integrantes del viejo continente en los últimos tiempos, destaca por su producción fílmica y mucho menos del cine francés.
Sin embargo en la filmografía de este director lo primero que pensamos es que es un cineasta atípico, al que le gusta el riesgo de hacer cosas distintas y difíciles, con las que es capaz de traspasar sus propias fronteras.
Si exceptuamos 'La victoire en chantant' (1976) y 'El cabezazo' (1979), las tres películas siguientes son cada una un reto.
'En busca del fuego' (1981), sin diálogos sólo rugidos, 'El nombre de la rosa' (1986), una difícil adaptación de la novela de Umberto Eco y con 'El Oso' (1987) volvió a los gruñidos, esta vez de los plantígrados.
La historia está extraída de un cuento y como tal está narrada. Un osito se queda huérfano tras la muerte su madre y debe enfrentarse al mundo sin la protección del único ser que cuidaba de él.
En medio de un ambiente hostil, no le faltarán problemas ni tampoco amigos.
Busca refugio en otra osa, de raza distinta, que acaba adoptándolo y son perseguidos por los cazadores.
Al final, la moraleja: Hay un placer mejor que matar: dejar vivir.
El reto esta vez está en hacer un film sin diálogos, tan sólo las pocas frases que dicen los cazadores en los escasos planos en que aparecen, y manejar un puñado de animales con el consiguiente riesgo y los inconvenientes de no ser actores a los que poder dirigir normalmente que eso conlleva.
Una vez más Jean-Jacques Annaud ha salido triunfante logrando una cinta de gran sensibilidad donde esos animales expresan con la mirada la soledad, el miedo, el sufrimiento, la solidaridad y siendo así capaces de ser más humanos que los propios cazadores, a la hora de manifestar sus propios buenos sentimientos.
No nos acaba de encajar los sueños del osito, que tal vez se sale del tono realista que tiene toda la producción
Estupenda la música compuesta por Philippe Sarde para la banda sonora.
Premio César al mejor director. Premio Génesis al mejor film extranjero. Premio de la Academia del cine francés. Nominado al Oscar y a los premios Felix el montaje y al Bafta la fotografía. Premio de los cines de arte y ensayo alemanes a la mejor cinta extranjera.
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