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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hay producciones de una cinematografía que elevan la categoría de la misma, otras sirven simplemente de puro relleno, algunas tiran por tierra la labor general y aún podríamos hacer un último apartado para las que son el escarnio y vergüenza del cine.
'El alma de la copla' (1964), sencillamente no es cine.
Al considerarla como tal deberíamos protestar a la Dirección General de Cinematografía, en su departamento correspondiente, que permitió rodar semejante engendro e igualmente dar su posterior licencia de exhibición y contra los autores que no tienen la mínima dignidad profesional como para negarse a realizarla y también contra la ciudad de Sevilla que en su día daría el permiso correspondiente para rodar en sus calles y de utilizar imágenes cofradieras que quedan en tan mal lugar.
Cuenta la historia de Mariquilla y Gabriel, un matrimonio humilde que regenta una venta donde se canta y se baila flamenco.
Pero su amor se ve en peligro por los turbios deseos de un señorito y su corte de parásitos.
Con la finalidad de presentar la actuación de El Príncipe Gitano y algunas de sus canciones, se ha entretejido este ligero argumento que da pie para exhibir al protagonista en su fuerte que es el cante.
Sin nada sobresaliente que señalar en cuanto a la realización.
La opinión que nos merece esta película se podría resumir diciendo que es la negación absoluta del cine.
La prohibiríamos para toda clase de público ya que atenta contra la dignidad de la persona y contra la seriedad y el espíritu de los espectadores, los cuales merecen un respeto.
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