Título: |
LA CARRETERA |
Título original: |
THE ROAD |
Nacionalidad: |
EE.UU. de 2009 |
Dirección: | JOHN HILLCOAT |
Guión: | JOE PENHALL. Basado en la novela escrita por CORMAC McCARTHY |
Fotografía: |
JAVIER AGUIRRESAROBE |
Música: |
NICK CAVE y WARREN ELLIS |
Interpretes: |
VIGGO MORTENSEN, CHARLIZE THERON, KODI SMITH-McPHEE, ROBERT DUVALL, GUY PEARCE, GARRET DILLAHUNT, MOLLY PARKER y MICHAEL K. WILLIAMS |
Censura: |
NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS |
Duración: |
110 MINUTOS |
Por PACO CASADO
Hay directores que se imponen desafíos que parecen imposibles de lograr, como es el caso del australiano John Hillcoat, criado en Canadá, empeñado en adaptar la novela de Cormac McCarthy, tan difícil de llevar al cine por lo introspectiva y psicológica que es, por la monotonía de su acción, porque prácticamente no pasa nada, pero a pesar de ello y de ir contra corriente al no ser comercial, ha salido adelante con los 14 millones de euros de su presupuesto y con apenas dos actores protagonistas y algunas breves colaboraciones.
Nuestro mundo ha sufrido una catástrofe de origen desconocido y un padre y un hijo marchan en busca del sur donde creen que habrá más posibilidades de vida, mientras por el camino sortean los peligros de las pocas personas hambrientas que se encuentran convertidas en caníbales por la falta total de alimentos y de animales, en medio de una naturaleza muerta, arrasada, transformada en un lugar inhóspito, venciendo la tentación de acabar con sus vidas con el revolver que llevan en el bolsillo.
McCarthy, que con esta novela ganó el Premio Pulitzer en 2007, hace un relato muy distinto a sus dos títulos anteriores llevados al cine, Todos los caballos bellos, que no estaba logrado por los múltiples problemas de producción y posterior montaje, y No es país para viejos, en el que tuvo más fortuna con los hermanos Coen. Ésta, que ha salido bien, ha sido obviada a la hora de los Oscar para los que ni siquiera ha sido nominada.
Es un relato sencillo, una fábula sobre la dignidad humana, en la que apenas sucede nada a través del cansino camino, pero está bien resuelto, superando sus posibles deficiencias.
A ello ayuda la fotografía de un apagado gris ceniza de Javier Aguirresarobe que consigue infundir la tristeza, la miseria, la desesperación y la soledad, rota únicamente por los coloristas flash-backs que son como una luz de esperanza en tan derruido mundo, de atmósfera tan opresiva, en uno de sus mejores trabajos.
La esencia del relato es el contraste en la relación que mantienen padre e hijo, pesimista el primero pero inculcándole el bien y la moral a su pequeño, cuya inocencia y esperanza le da fuerza para seguir adelante, ya que el amor lo puede todo.
Un inspirado Viggo Mortensen hace un trabajo humilde, realista, duro pero lleno de ternura en un película que no es fácil, que demuestra la desesperanza, el dolor de un padre y la tragedia que se les viene encima. Destacable también la labor del niño Kodi Smit-McPhee que comparte el absoluto protagonismo.
Film angustioso y deprimente pero bien resuelto que pregona amor a la vida y esperanza frente a la desesperación de un mundo en ruina.