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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine norteamericano, que nos puede sorprender en cualquier momento, lo hace con esta producción, porque no deja de ser curioso que para reivindicar la libertad de expresión y más concretamente la de prensa, haya elegido al individuo más polémico e impresentable que se ha dado en la historia de aquel país.
Larry Flynt es un pobre hombre, dueño de una pequeña cadena de bares de striptease, que comenzó por publicar un boletín de noticias de sus establecimientos y pronto se convirtió en la revista pornográfica Hustler, lo contrario de la sofisticada Playboy, llena de descaro y falta de concupiscencia.
Esto le convirtió en millonario y le echó encima a la sociedad norteamericana de buenas costumbres que orquestó una campaña sobre este molesto individuo que minaba sus cimientos.
Su desafiante actitud le llevó de juicio en juicio y de cárcel en cárcel, hasta desembocar en el Tribunal Supremo que se encontró forzado a hacer una defensa de la Primera Enmienda viendo en ello una oportunidad de demostrar que si era protegido un ciudadano tan despreciable como él, cómo no lo habría de ser el más respetable de todos ellos.
Esta historia real sirve al productor Oliver Stone para llevar a cabo un film en la línea de su polémico 'Asesinos natos' (1994), pero pasado por el tamiz del buen gusto de Milos Forman, un director que se permite el lujo de poder hacer lo que realmente le apetece y cree interesante, tras éxitos comerciales y artísticos como 'Alguien voló sobre el nido del cuco' (1975) o 'Amadeus' (1984).
Uno de los contrastes de esta cinta se da en el protagonista, que teniendo una conducta moral escandalosa, vivió una intachable historia de amor y fidelidad con su esposa Althea, que murió víctima de las drogas y el alcohol a los 32 años.
En esta película la primera parte constituye lo más divertido del argumento, mientras la segunda, el relato de amor, es donde se dan las escenas más dramáticas y valiosas.
Curiosamente un atentado que estuvo a punto de acabar con su vida le privó de la mitad de su cuerpo que consideraba más valiosa y de poder hacer el amor, postrándole en una silla de ruedas.
El saber fílmico de Milos Forman se manifiesta a través de la vigorosa puesta en escena, del resultado obtenido de un actor con pocos recursos como Woody Harrelson y del impresionante trabajo conseguido de Courtney Love.
Esta agresiva cinta consiguió el Oso de Oro en Berlín y dos Globos de Oro, al mejor director y al mejor guión y fue nominada al Oscar a la dirección y al actor principal.
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