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CRITICA
Por: PACO CASADO
Basándose en el libro que escribiera Peter Maas sobre las declaraciones que hiciera antes de morir Joe Valachi, uno de los nombres que en su día figurara en las listas de los mafiosos importantes, Terence Young ha construido una película que, según parece, se asemeja lo más posible a la realidad histórica.
A lo largo de su relato se dan fechas y datos que hace presumir que así sea e inluso se citan nombres y hechos históricos ocurridos paralelos al relato.
Los acontecimientos son recientes, ya que la película se inicia en 1962 cuando Joe Valachi fue confinado en la prisión de Atlanta.
Se sirve para ello el director del relato en primera persona del protagonista y del policía que lleví a cabo la investigación, con los consiguientes flash-backs para describir mejor los sucesos.
El film se incluye dentro de esa gran corriente que nos ofrece en la actualidad los tristes sucesos que llevara a cabo la famosa organización de la Mafia, conocida también por la Cosa Nostra o la familia.
En la película se nos muestran ceremonias y costumbres de los mafiosos y se dan pelos y señales de los hechos.
Es en este sentido en el que destaca la cinta, ya que de esta manera se convierte en una especie de film-testamento, documento histórico de la realidad.
Se trata pues de una película que ha tratado de sumar lo comercial con la dignidad artística de la cinta, ya que Terence Young, si bien no ha sido nunca un realizador brillante ni genial, si se le puede considerar como un correcto artesano del cine inglés que sabe hacer las cosas bien cuando posee elementos y material para ello, logrando en algunas ocasiones productos bien terminados.
En el largometraje, dentro del buen nivel al que rayan todos los elementos que en ella intervienen, se puede destacar el trabajo de Charles Bronson como Joe Valachi, Lino Ventura en los papeles principales y la labor de conjunto del resto de actores.
La notable y acertada fotografía en color de Aldo Tonti, fotografo de gran prestigio y la partitura de Riz Ortolani, sin estridencias, pero con bellos e inspirados temas.
El guion dosifica bien los acontecimientos, está bien estructurado y hace que a pesar de las dos horas, el film se vea con interés y sin decaer en ningún momento.
La labor directiva al coordinar todos los elementos también es baza importante.
En definitiva, cine comercial bien hecho, al que no se le puede poner pega por su corrección en todos los sentidos que, de contar con un director más inteligente hubiera obtenido mejores resultados, lo que no quiere decir que los logrados no sean satisfactorios.
Abundantes asesinatos y escenas violentas, de crudo realismo, extreman su censura moral.
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