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CRITICA
Por: PACO CASADO
La figura de Robert Mulligan estaba para nosotros mucho más alta en cuanto a estimación que se encuentra en estos momentos.
Director joven salido de la televisión norteamericana prometía bastante en sus comienzos. Las primeras muestras tales como "El gran impostor", "Amores con un extraño" y "Forajidos en la gran ciudad", así lo hacían esperar.
Pero hace unos meses tuvimos ocasión de ver en el Festival de Valladolid una obra suya que nos decepcionó y ahora la estimación ha bajado aún más.
"La rebelde" es una película de esas que no se explica un crítico porque accede a hacerla un director con talento.
El manido tema de las escabrosidades ocultas del mundo del cine se ven aquí expuestas de la forma más tonta, ñoña y plana que se puede concebir.
Desde el comienzo se nota que aquello no tiene porvenir y que poco dará de sí. A veces uno piensa que va a derivar lo mismo a la más cruel tragedia que a la más romanticona historieta de amor.
Los personajes parecen marionetas en manos del director que dirige con desgana, sin soltura y monotonamente haciendo que el poco interés argumental se note más aún.
Tan solo hay un personaje en el que se ha intentado volcar todo el peso de la cinta, la protagonista interpretada por Natalie Wood, que a pesar de ser una buena actriz se ha quedado desemparada, notándosele en algunos momentos gestos y reacciones excesivamente estudiadas que si en un principio casi logran engañar al espectador hasta hacerse simpática por lo desgarbado de su personaje, después resulta totalmente artificial.
Christopher Plummer está de lo más vulgar. Se recuerda con bastante nostalgia aquel papel suyo de "La caída del imperio romano".
Robert Redford dista mucho de su trabajo en "La jauría humana".
Al final el director se contenta, al no saber por donde salir, con una foto fija como indicando que no ha dicho nada, y sintiéndose culpable.
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