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CRITICA
Por: PACO CASADO
No cabe duda que Alexander Mackendrick es uno de los valores más firmes y positivos de la cinematografía británica, pero no hasta el punto de elevarlo a la categoría de maestro indiscutible como muchos pretenden en sus escritos acerca de su figura.
Mackendrick pertenece a la vieja guardia del cine inglés y es un director inteligente, por eso es capaz de hacer cine cómico de la mejor clase dentro de las líneas que siempre han caracterizado a este tipo de cine sajón.
La inteligencia brita por los poros de sus películas, es, casi podríamos decir, una temática constante en sus films al mismo tiempo que él la pone en su realización.
Así es capaz de salvarse una película suya como "El quinteto de la muerte", al cabo de once años de haber sido realizada, porque a pesar de que se ha quedado ya un poco antiguo de realización, hay todavía valores en la cinta que perduran y que son muestra de lo que era capaz de hacer su director en aquellos tiempos.
Con un guion formidablemente estructurado y pensado, hace que se olviden los defectos, algunos de ellos superficiales, como puedan ser un mal color o una transparencias de decorados burdamente hechas y que no escapan ni al espectador menos despierto.
A ello ha colaborado el excelente reparto de primeras figuras de la pantalla inglesa a la cabeza de las cuales se encuentra el genial Alec Guinness en un papel que le distingue por su buena interpretación, bien seguido por el resto del equipo artístico.
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