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CRITICA
Por: PACO CASADO
Frente a la vacuidad que muchas veces nos ofrecen las películas actuales en las que los argumentos son nimios y no tienen mayor interés o son simple excusas para enjaretar una serie de imágenes más o menos atractivas, se oponen esos otros films que de alguna manera nos cuentan la larga historia de una familia en la que se acumulan problemas y acontecimientos, como ocurría en las cintas de antes.
¿Será que estamos volviendo a los orígenes?.
No deja de ser curioso que con gran frecuencia se basan las películas actuales en novelas de éxito, por algo será.
A principio del siglo XX, un padre y sus tres hijos, viven en los perdidos parajes de Montana, donde se ven afectados por la traición, la historia, el amor, la naturaleza y la guerra.
En esta ocasión es la historia de la saga familiar de los Ludlow compuesta por un padre, Comandante del ejército ya retirado y abandonado por su esposa que lo deja con tres hijos ya mayores a los que trata de educar a su manera.
Cada uno tiene un carácter diferente.
El pequeño muere durante la Primera Guerra Mundial.
Estaba enamorado de una mujer, que después se queda en la diatriba de decidir entre los otros dos hermanos, eligiendo posiblemente el camino equivocado.
Pasan demasiadas cosas en este largo relato que tal vez por ello pierde el ritmo en algunos momentos.
Cada vez que parece que va a terminar, sigue la historia su discurrir implacable para el espectador.
Como hemos apuntado antes se basa en una novela de James Harrison, del que ya se llevó a la pantalla con anterioridad Venganza, y ahora es Edward Zwick, el realizador de Tiempos de Gloria, quien lo hace con más corazón que acierto, ya que es un director que tiende a los espectacular, a los relatos largos, pero llevados a cabo de forma muy artesanal.
En el capítulo de actores sobresale, con diferencia, la estupenda interpretación de Anthony Hopkins, frente al resto del reparto, donde está el mayor atractivo para las chicas quinceañeras en la figura del trío masculino, sobre todo de Brad Pitt y en segundo lugar Aidan Quinn o Henry Thomas.
Bien la casi debutante Julia Ormond.
Un film que entretiene más que otra cosa por la larga historia que nos relata, pero al que tal vez se le podía haber sacado más partido dado el buen elenco que posee, tanto en lo artístico como en lo técnico, con una bella fotografía que saca provecho a los espléndidos paisajes, la música, de gran brillantez.
Nominado a tres Oscars: Fotografía, decorados y sonido. Ganó el de Fotografía. Premio a la mejor fotografia de los críticos de Dallas. Premio Wester Heritage a la mejor película.
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