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CRITICA
Por: PACO CASADO
Desde hace bastante tiempo y de una manera periódica, asoma a las pantallas la figura del agente secreto norteamericano OSS 117, personaje que se ha hecho habitual en el cine francés a través de una serie que generalmente lleva a cabo el realizador André Hunebelle.
La continuidad y característica existe aunque no haya sido siempre incorporado por el mismo actor. Quizás por ello no se pueda decir que se le haya dado un carácter determinado, unas formas de comportamiento y unas líneas de actuación.
Su figura es la del típico aventurero siempre sonriente, de buena presencia, galanteador si llega el caso y atlético por demás para salir airoso de los mil y un trances en que se ve envuelto debido a sus misiones a desempeñar.
De esta manera se puede decir que es uno más de los muchos agentes que pueblan las pantallas aunque con la virtud de ser ya antiguo en estas lides y no pudiénsole tachar de que haya copiado de los moldes que han puesto a las series de agentes secretos de moda en los últimos años.
En esta ocasión se lleva a cabo una aventura más que se desarrolla en tierras árabes, no sin antes pasar por diversas ciudades europeas.
El desarrollo argumental es lineal, sin grandes complicaciones y así mismo se podría calificar su puesta en imágenes, llevada a cabo por un realizador veterano, artesanal en su cometido y sin excesiva inteligencia en sus realizaciones, proponiéndose casi siempre hacer más un producto comercial que artístico, como de una forma o de otra logra en esta ocasión
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