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CRITICA
Por: PACO CASADO
Ignacio F. Iquino cuando comenzó a realizar películas, era en cierto modo un director comprometido, todo lo comprometido que se puede ser en España, o mejor llamémoslo "inquieto", que hacía películas con la ilusión de cualquier joven que empieza.
Digamos incluso que algunas le salieron interesantes, con bastante corrección y con problemáticas que daban pie para discutir.
De un tiempo a esta parte, Ignacio F. Iquino se ha encasillado en un tipo de cine absurdo, comercialoide, sin gracia y sin nada.
Como buen catalán, se ha acomodado a un tipo de producción barata, de bajísimo coste, películas de dos perras gordas, pagando poquísimo a las cuatro o cinco modelos que elige para exhibir anatomía, con Cassen como estrella principal cómica (que ya lo único que hace es repetirse), un equipo habitual de técnicos en los que figura Ballesteros, Kelly y Escobar y el concurso de una serie de marcas comerciales que de una forma descarada introducen la publicidad de sus firmas a lo largo de la cinta.
Poco o nada ofrece este largometraje nuevo de Iquino, con un endeble argumento casi inexistente, un probrísimo guion que no sirve ni para unir las situaciones sueltas de chistes o gags que se producen a lo largo de los ochenta y nueve minutos y una dirección falta de todo, hasta de dignidad.
En la causa moral destacar el exhibicionismo femenino constante y los chistes más o menos atrevidos que reservan el film a personas formadas.
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