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CRITICA
Por: PACO CASADO
Nuevamente y con cuentagotas llega una producción del cine japonés a nuestras pantallas.
Viene avalada esta película por varios premios, que aunque no de gran categoría, tampoco responden a una cinta de excesiva importancia dentro de una de las cinematografías más pródigas en producción de todo el mundo.
Vista ya en la Seminci de Valladolid, hemos vuelto a revisarla nuevamente y hemos de decir que no hemos cambiado en nada nuestra opinión de la primera ocasión.
Por todos estos conceptos encaja esta cinta dentro de la más pura y clásica tradición del cine nipón, si la comparamos con las pocas muestras que en este sentido hemos visto en pantallas comerciales, cineclubs y festivales.
Con parsimonia clásica se nos cuenta durante el largometraje de esta cinta, una historia acerca del honor de un samurái y cuanto lleva aparejado consigo el sagrado rito del harakiri.
De forma curiosa se nos introduce en el relato otras historias relacionadas con el personaje central que ponen puntos álgidos de emoción con la escena de más fuerza y violencia que hacen prender el interés del espectador.
En cuanto a la realización sigue el camino acostumbrado en el cine oriental en la manera de componer las figuras dentro del cuadro, obteniendo a veces imágenes bellas, de excelente plástica, en las que se recrea en ocasiones con un sentido quizás excesivamente esteticista y despegándose, tal vez, de una línea recta continúa más fácil y conveniente a la acción que se nos cuenta.
No obstante lleva bien las acciones paralelas provocadas por los continuos flash-backs, que si bien ayudan al desarrollo de la anécdota que de no ser así quedaría muy enflaquecida, originan cierta dificultad de comprensión para una mente occidental acostumbrada a unas líneas más directas y fáciles de narración, al pasar de una forma directa y sin preámbulos del presente al pasado.
Queda así una película densa, no todo lo compacta que hubiera sido de desear, debido al divorcio habido entre guionista y director, ya que el segundo ha querido llevarse el gato al agua y con su estilo ha perjudicado de alguna manera la idea primera (no en vano Kobayasi es el autor de la película más larga de los tiempos contemporáneos titulada "La condición humana" de ocho horas de proyección).
Buen trabajo de fotografía.
Obtuvo el Premio especial del Jurado y el Premio de la crítica internacional en el Festival de Cannes así como el Premio Ciudad de Valladolid en la X Seminci de Valladolid.
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