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CRITICA
Por: PACO CASADO
En las películas que tienen como temática el robo o atraco perfecto, se corre el riesgo de estar a un paso de pasar de ser una cinta interesante a un producto frustrado.
Este riesgo depende de muchas cosas, entre ellas las habilidad de los guionistas para que el consabido final en el que la justicia debe quedar vencedora no resulta demasiado artificioso, de la habilidad del director para llevar a cabo la puesta en imágenes, de los actores, de mil tópicos más fácil de caer en ellos con los consiguientes convencionalismos del género.
En esta ocasión estamos ante un producto comercial, bien hecho, una película que está llevada con una gran serenidad, con rigor, sin entretenerse en asuntos inútiles que despisten, y al final, la consiguiente frustración del robo perfecto con su coartada incluida.
La película está bien realizada.
Quizás el único defecto más destacable sea el dejar al espectador escaso de información de cómo se han de desarrollar los hechos y en qué consiste la coartada, cosa que no queda muy clara hasta el final de la cinta en la que queda todo suficientemente aclarado.
La película se sigue con gran interés, que se ve aumentado en las ocasiones en que este sube de tono como por ejemplo en la persecución automovilística llena de espectacularidad con los ya sabidos trucos de siempre.
La gran presencia física que presta al film Kirk Douglas es una de las cosas que da categoría y valor a la misma, muy bien secundada por el simpático Gemma y la belleza de la Bolkan, mujer fría pero que sabe estar ante la cámara.
Correcta fotografía en color y música de Morricone
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