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CRITICA
Por: PACO CASADO
Emilio Martínez-Lázaro pertenece a una generación de críticos que ejercieron su trabajo en las revistas especializadas en los años sesenta y que tras pertenecer al grupo de la Escuela de Argüelles, hizo algunos cortometrajes y trabajos televisivos, hasta participar en uno de los relatos de "Pastel de sangre" y llegar a la dirección con "Las palabras de Max" en 1977, que fue premiada ex-aequo con "Las truchas" en el Festival de Berlín.
Fue un premio más que a una película a una cinematografía, la española, que parecía despertar a una nueva etapa de jóvenes realizadores.
Después vendría "Sus años dorados", que fue proyectada en el Festival de cine de Sevilla, y ahora nos llega su tercer largometraje, "Lulú de noche" que se acoge a la subvención del Ministerio de Cultura y TVE.
"Lulú de noche" elucubra sobre la historia de Jack el destripador en Londres y Lulú, la protagonista de la obra teatral "La caja de Pandora", de Frank Nedekind.
En torno a ello un director de teatro ha hecho una nueva obra y busca a su protagonista. Todo ello sirve para relacionar en su entorno a una serie de mujeres, como posibles protagonistas que encarnan a Lulú y a quien puede ser Jack el destripador, que encuentra en un saxofonista de jazz de un club nocturno.
Con un guion bastante confuso y enreversado, con personajes que apenas si están matizados o dibujados, Martínez-Lázaro compone las líneas de su nueva película, en la que cuenta con un buen material humano, un reparto femenino interesante, pero que con los mimbres que ha reunido en el guion no es posible llevar adelante con éxito, quedándose a mitad de camino, sin que podamos saber en ningún momento qué es lo que ha pretendido con ello.
Film fallido por tanto.
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