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CRITICA
Por: PACO CASADO
John Cassavetes comenzó en el cine independiente, iniciado en la Escuela de Nueva York, del que tan sólo conocemos uno de sus primeros y más famosos títulos entre los cinéfilos, Shadows (Sombras) (1958), vista gracias a la distribución a través de los cine-clubs.
También se ha exhivido en las salas comerciales ╡ngeles sin paraíso (1963) distribuida de forma caprichosa, por lo que su exhibición aún no ha llegado a nuestra ciudad.
Luego hizo productos más comerciales.
Un hombre de espíritu libre y presencia hippie, llega a la ciudad de Los ╡ngles y se dedica a aparcar coches en hoteles y restaurantes como medio de ganarse la vida.
Conoce a una muchacha, de la que se enamora, y aunque, en principio, su amor es rechazado, vienen después circunstancias y motivos que llegan a cimentar la unión entre ambos.
Ahora nos encontramos con 'Así habla el amor' 1971), título español cuyo original de esta película es Minnie and Moskowitz, que creemos que refleja más a las claras lo que es este film, puesto que se trata de una pareja que se atrae y se rechaza constantemente, con reacciones que resultan a veces incomprensibles.
Son dos personas solitarias.
Ella, Minnie, es historiadora de arte, una mujer soltera, madura, acomodada y aburguesada, víctima de su tormentosa relación con un hombre casado que la maltrata, sin embargo aprende que hay esperanza de tener un nuevo amor en un mundo desesperado.
Él es Moskowitz, un simple guardacoches que vive a salto de mata, ingenuo, impetuoso y medio loco, que se enamora de ella, a pesar de ser más joven que esta mujer.
Ambos se conocen cuando Minnie trata de escapar de la cita que concertó una compañera en su nombre.
Para Moskowitz es el amor de su vida desde el primer segundo y ella lo ve como una molestia más de la que tiene que huir.
Sin embargo vuelven a verse, y otro día y muchos más.
La cinta presenta a unos personajes con sus vidas, los tópicos al uso, que pueden servir de materia de estudio para los sociólogos: se atraen, se rechazan, se aman, se pelean, viven, en fin, en un mundo personal social, sin encontrarse, ni hallar su entronque en el entorno humano que les rodea.
Toda la historia es casi un estudio psicológico de estos dos caracteres, de insólito comportamiento, que tal vez no sean más que un reflejo de nuestro mundo actual, que a veces no sabe hacia donde caminar.
¿Es posible el amor entre ambos?.
John Cassavetes añade a la originalidad en la presentación de los tipos, el uso de un lenguaje y de unos medios expresivos como la planificación, el movimiento de la cámara o el montaje, que aumentan el aliciente para el espectador; nada genial, ciertamente, pero distinto al sistema narrativo de siempre y, por tanto, dotado en sí mismo de un cierto interés.
El tratamiento dado por John Cassavetes, director y guionista, cabalga a caballo entre los cauces del cine independiente y los senderos más comerciales, por lo que quizás, al querer satisfacer a ambas vías haya, hecho que quede a mitad de camino.
Una buena fotografía en technicolor de Arthur J. Ornitz, un notable trabajo de su mujer, Gena Rowland, así como la buena interpretación del resto del elenco, lo que demuestra a las claras que hay también un buen director de actores detrás.
Podemos destacar de esta película, cuya intención no queda demasiado clara para el espectador, que tal vez su exhibición hubiera sido más viable para ver en las salas especiales subtitulada.
Como curiosidad John Cassavetes tiene en este largometraje en el reparto a su esposa Gena Rowland, a su madre Katherine, a su cuñado David, a su suegra Lady Rowland y a sus hijos Xan y Zoe.
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