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CRITICA
Por: PACO CASADO
Avalada por el premio Fipresci obtenido en la Mostra de cine de Venecia, 'El cochecito' (1960) es una película sobre la que adoptó una actitud extrema la prensa extranjera, tanto a favor como en contra, aunque en la mayoría de los casos sus juicios partieron de una postura pragmática, de un esfuerzo por enfocar el cine desde sus coordenadas particulares.
Don Anselmo es un anciano de 80 años, que vive los últimos días de su vida con tranquilidad, gozando de la compañía de un viejo amigo, Don Lucas y otros ancianos.
Un día su único amigo es Don Lucas, queda impedido de las piernas y le compran un cochecito motorizado y Don Anselmo se compromete a ayudarle a manejarlo por el tráfico de la ciudad.
Poco después se da cuenta de que sus gastadas piernas no soportan el tren de marcha que le impone el motor del cochecito de Don Lucas, que comienza a dejar su amistad con Don Anselmo y busca la compañía de otros tullidos motorizados con los que se va de excursión.
Don Anselmo se siente solo, y en su mente comienza a tomas cuerpo la idea de tener también su cochecito y le insinúa a la familia que sus piernas ya no les responden, pero lo único que consigue es un bastón.
Cuando finge un ataque, lo único que le recetan es un purgante.
Ha hecho amistad con otros impedidos pero no puede alternar con ellos porque no tienen cochecito.
De modo que él solo se decide a ir a una casa de ortopedia y encargar un magnífico cochecito a motor.
La idea de Rafael Azcona es magistral.
Como en 'El pisito' (1958) logró mostrar la dualidad dramática de una situación aparentemente lógica.
En el fondo de todo este paisaje humano, discurren, además, las constantes temáticas del director, Marco Ferreri.
Esto es, la existencia de un mundo tarado por la incomprensión, el egoísmo y la soledad.
Una narración vista a través del prisma del humor negro en estrecho parentesco con lo mejor de nuestra literatura picaresca. Marco Ferreri da a su dirección un tono bastante serio.
Hay que reconocer la buena factura del film, muy cuidado en su realización, a base de planos largos aunque le dan un ritmo lento.
Buena interpretación de todos destacando José Isbert.
Una aguda sátira sobre la soledad de la tercera edad.
Premio Fipresci en la Mostra de cine de Venecia. Mejor película española y mejor actor José Isbert en los premios San Jordi.
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