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CRITICA
Por: PACO CASADO
En esta película se unen dos géneros, por una parte el de una biografía real y por otro el tema policiaco, ya que el guion se basa en la dura vida de uno de los policías más populares de Nueva York, Bo Dietl, procedente de una familia humilde, que se hizo famoso por descubrir el caso del brutal asesinato y violación de una monja.
Este hombre creció en su barrio italo-irlandés rodeado de matones y mafiosos y ha conservado su sediciosa amistad con uno de ellos de mayor, aún habiéndose hecho policía. En este sentido una de las bases del guión es el de esta amistad indisoluble entre estos dos hombres aun habiendo una chica por medio que coquetea con ambos. Hay otra amistad, la del protagonista con su compañero, con quien arriesga la vida todos los días y eso es un lazo muy fuerte.
La primera de estas amistades con la mafia le crea problemas con los agentes del FBI, pero al mismo tiempo le dan la clave para resolver el caso del que ha sido relevado por dicho motivo.
El guión se basa en personajes reales, pero se han añadido otros de ficción a la hora de novelizar la historia para que fuera más digerible para el espectador, en lugar de hacer un simple documental. El propio Dietl, que en la actualidad tiene una agencia de detectives, y que ha hecho de asesor del film, dice estar de acuerdo con el guión, ya que ha captado bien la esencia de su personaje.
En su afán de adaptarse a la realidad cae en algunos tópicos e incluso en el peligro de parecer hecho para la televisión, dada su corta duración de hora y media escasa, a lo que contribuye la artesanal dirección de Bruno Barreto que se limita a cumplir con el encargo lo mejor que puede y sabe, poniendo oficio en el ejercicio de su profesión.
La interpretación es bastante aceptable por parte del siempre interesante Chris Penn, de la atractiva Gina Gershon y de Amy Irving, esposa del director en la vida real.
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