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CRITICA
Por: PACO CASADO
Un policía, todo un experto en lo que es su trabajo, se obsesiona y se enamora de Lucía, una mujer que sufre de amnesia que es sospechosa de haber cometido un asesinato.
Lucía es detenida por conducir el coche de Héctor, su novio, con la ventanilla rota, aturdida y manchada de sangre.
Compartía el fin de semana en la playa con él y con Elena, su mejor amiga.
Ahora los otros dos están desaparecidos, y por su parte Lucía únicamente recuerda una pequeña discusión que terminó con una botella rota en la cabeza de Héctor, pero eso es todo. Esto complica la vida de Simón, que se dedica a buscar a personas por distintos motivos, que ha sido contratado por Oliver, un abogado que a su vez defiende a Lucía.
Durante la investigación que se lleva a cabo, Lucía un día descubre que Simón tiene a un hombre secuestrado en un almacén.
Se trata de su ex cuñado que ha descubierto que maltrataba a su hermana.
Simón no es un investigador privado, prefiere considerarse un simple perito judicial.
Cuando su socio Oliver, un abogado con problemas económicos a causa del juego, le encarga investigar a Lucía y las desapariciones de Héctor y Elena, Simón no sabe que está a punto de llevarse el peritaje, como él prefiere llamarlo, a otro nivel.
Comedia negra de tipo criminal con una trama que da pie a ser increíble, pero que entretiene y divierte al espectador con algunos brotes jocosos.
Obsesionado con las películas de cine negro que solía ver interpretar a Humphrey Bogart, Simón traspasa todo los límites al enamorarse de Lucia, la amnésica sospechosa del asesinato que está investigando.
Para ilustrar ese interés por el cine negro se insertan algunas escenas de esas producciones en blanco y negro.
No se trata de una obra maestra, pero le sirve al director para lograr un divertimento aceptable.
Como se puede ver este original thriller policiaco tiene un argumento que, a priori, puede entenderse que es un poco complicado, pero que si se está atento, resulta inteligente e interesante.
Ciertamente este es el aspecto mejor de este film que posiblemente en principio parece que no vaya a funcionar muy bien, porque el reparto no llama mucho la atención, a pesar de que el trabajo del trío protagonista cumple de sobra con los personajes que le han caído en suerte y no hay nada que se le pueda objetar en este sentido y con un desenlace de lo más divertido que pone fin a los enredos.
La dirección ha caído en las manos de Alberto Utrera, un joven realizador, relativamente nuevo, que debutó en el largometraje con 'Smoking Club: 129 normas' (2017), al que siguieron 'Impuros' (2021), '1x2' (2024) y ahora nos llega su cuarto título 'Desmontando a Lucía' (2024), con una puesta en imágenes correcta, que no tiene nada destacado, ni ninguna otra cosas que sea achacable.
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