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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta historia gótica está ambientada en la Alemania del año 1838, en la ficticia ciudad e Wisberg, perteneciente al Ducado de Mecklemburgo.
Es allí, en ese lugar, donde se produce la obsesión por Ellen Hunter, una joven encantada debido a un embrujo producido en el siglo XIX y el antiguo vampiro de Transivania que está enamorado de ella que la acecha y trae consigo un horror indeseable a su paso.
Hay varias versiones de esta misma histeria que se han producido a lo largo de la historia del cine.
La primera que se conoce es muda 'Nosferatu' (1922), dirigida por Friedrich W. Murnau.
La segunda 'Nosferatu: El vampiro' (1979), dirigida por Werner Herzog, con Klaus Kinski, Isabel Adjani y Bruno Ganz.
Hay una tercera 'Nosferatu, príncipe de las tinieblas' (1988), codirigida por Augusto Caminito y Klaus Kinski, repitiendo este último como actor con Barbara de Rossi.
La cuarta 'La sombra del vampiro' (2000) de E. Elias Merhige, con John Malkovich y Willem Dafoe.
La quinta 'Nosferatu Re-Animated' (2020) realizada por Fran Blackwood, que no se vio en España debido a la pandemia.
Y finalmente esta que comentamos 'Nosferatu' (2024).
Todo eso sin contar las que llevan el nombre de Drácula que es como más popularmente se le conoce siendo la última que recordamos y vimos fue el 'Drácula' (1992) de Bram Stoker, dirigida por Francis Ford Coppola.
La acción de esta nueva versión comienza cuando Thomas tiene que viajar durante unas semana y deja a Ellen Hunter, su mujer al cuidado del matrimonio amigo de Anna y Friedrich Harding, ya que tiene que viajar para vender un castillo a un cliente, el conde Orlov.
Ellen no está muy bien de salud, ya que sufre horrorosas pesadillas que hacen víctima de la melancolía.
La dirección de la estrenada esta semana corresponde a Robert Egger, director nacido en Nueva York hace 41 años, que debutó en el largometraje con 'La bruja' (2015) a la que siguieron 'El faro' (2019) y 'El hombre del norte' (2022) y ahora esta que comentamos tras haber dirigido un video y dos cortos.
Los actores, aunque no sean muy conocidos, hacen un buen trabajo, pero en cuanto a la realización no ofrece nada que no conociéramos, aunque como autor también de la adaptación y el guión añadió algunas escenas por su cuenta que lo único que hacen es alargar el metraje de forma innecesaria.
Tiene una correcta factura de realización con una buena ambientación de la época en la que transcurre la acción, con una atmósfera densa y posiblemente sea una de las versiones que poseen mayor fidelidad a la obra del novelista irlandés Bram Stoker 'Drácula', publicada en 1897 a la edad de 50 años.
Por lo que se ve ha debido encandilar a la crítica ya que pose 25 premios de los distintos festivales a los que se ha presentado y galardones otorgados por las asociaciones de críticos.
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