Título: |
EL CONCIERTO |
Título original: |
LE CONCERT |
Nacionalidad: |
RUMANIA, FRANCIA, BÉLGICA, ITALIA de 2009 |
Dirección: | RADU MIHAILEANU |
Guión: | RADU MIHAILEANU, MATTHEW ROBBINS y ALAIN-MICHEL BLANC |
Fotografía: |
LAURENT DAILLAND |
Música: |
ARMAND AMAR |
Interpretes: |
ALEKSEI GUSKOV, MÉLANIE LAURENT, FRANÇOIS BERLÉAND, MIOU MIOU, ROGER DUMAS, GUILLAUME GALLIENNE, LIONEL ABELANSKI, RAMZY BEDIA y LAURENT BATEAU |
Censura: |
AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS |
Duración: |
116 MINUTOS |
Por PACO CASADO
El judío Radu Mihaileanu, director rumano afincado en Francia, que salió de su patria con el régimen dictatorial de Ceaucescu, suele tratar en sus películas la defensa de los desvalidos y criticar las injusticias contra los de su etnia, como ya ocurrió en El tren de la vida y Vete y vive.
Aquí de nuevo ejerce esa labor con Andrei Filipov, el director de la orquesta del Bolshoi, en los años 70, que por no despedir a los músicos judíos y gitanos, a la llegada del régimen de Brezhnev, es degradado y destinado a la limpieza.
Un día tras intercepta un fax en el que se invita a la orquesta a actuar en el teatro Chatelet de París, decide llamar a sus músicos y suplantarla, con lo que trata de cumplir su sueño de terminar de dirigir el concierto que le interrumpieron y llevar así a cabo su venganza, recuperando la dignidad perdida.
Toda la primera parte del guión está dedicada a esta inverosímil anécdota, por mucho que se nos diga que fue real, en la que resulta imposible en dos o tres semanas volver a reunir a unos músicos que, como su director, no actúan desde hace 30 años y sin ensayar logran una interpretación sublime del Concierto para violín y orquesta op. 35, de Tchaikovsky, por muy en tono de farsa o de comedia con que se haya querido tratar.
Resulta más una sátira pícara y folklórica desconcertante, que pretende por esta parte llegar al gran público, mientras que con el resto intenta agradar a la crítica y al espectador erudito, aunque para ello acuda al sentimentalismo y al poder de la música
El último tercio de la cinta, que es el mejor, adquiere un aire más serio y está dedicado a la resolución del drama de una hija abandonada por una familia judía al ser exiliada de la URSS y a la ejecución del concierto.
La película, que ha sido un éxito en Francia con más de dos millones de espectadores, y fue candidata a 6 Cesar (ganó los de la música y el sonido), logra compenetrar la comedia, en la que se ridiculiza el comunismo, con el drama, con toques humanos en torno a la solista de violín, al tiempo que toca la represión soviética, defiende la solidaridad y la cooperación colectiva.
El film posee una correcta planificación, con un montaje que le da ritmo, lo que palia su larga duración, a lo que ayuda también su destacable banda sonora.
La profesionalidad es patente en el amplio elenco de actores, la mayoría desconocidos para nuestro público a excepción de François Berléand y Miou-Miou.