Título: | LOS VIAJES DE GULLIVER | |
Tit. Orig.: |
GULLIVER TRAVELS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2010 | |
Dirección: | ROB LETTERMAN | |
Guión: | JOE STILLMAN, NICHOLAS STOLLER. Basados en la novela de JONATHAN SWIFT | |
Fotografía: | DAVID TATTERSALL | |
Música | HENRY JACKMAN | |
Interpretes: | JACK BLACK, EMILY BLUNT, JASON SEGEL, AMANDA PEET, BILLY CONNOLLY, CHRIS O'DOWD, T.J. MILLER, CATHERINE TATE, JAMES CORDEN | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 84 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Cuando Jonathan Swift publicó esta novela en 1726 de los viajes de su imaginario Dr. Gulliver, le costó algún que otro disgusto, por lo satírico de su contenido, aunque le dio fama entre los amantes de las narraciones de esta clase e incluso marcó un hito en el género de la literatura de aventuras.
El cine inglés ya hizo una versión en 1960 con idéntico título, el mismo de la novela, dirigida por Jack Sher, interpretada por Kevin Mathews, June Thorbun, Basil Sidney y Mary Ellis, que prestaba bastante atención a los efectos especiales que tapaban su contenido satírico.
En esta nueva versión se ha modernizado la acción y en lugar de suceder en la Inglaterra del siglo XVIII ocurre en Norteamérica en nuestros días.
El protagonista, Lemuel Gulliver, en lugar de doctor es un simple repartidor de correo de una gran empresa de publicaciones, que está enamorado de la jefa de viajes que un día lo manda al Triángulo de las Bermudas a hacer una crónica y termina en la isla de Liliput, poblada por personas diminutas. Allí es todo un gigante que trata de resolverles los problemas, entre ellos el de los amores de la princesa María que está enamorada de un plebeyo y es pretendida por un general de su padre, el rey Teodoro.
También tendrá que luchar con un gigantesco robot del que huye llegando al país de los gigantes, que se queda en una anécdota.
En este caso el libro es una simple excusa ya que se queda en lo superficial y lo que se cuenta es una sombra de su contenido que reflexionaba sobre el complejo de inferioridad.
Aquí lo hace sobre las consecuencias de la mentira y sobre la vida sin amor, pero de forma muy somera.
Jack Black, que además de ser el protagonista absoluto es también productor del film, se guarda para él estar siempre en pantalla, abusando de sus gestos habituales para la comedia.
Aquí las 3D no son más que una excusa para cobrar más cara la entrada ya que no tiene gran incidencia en la trama. Mejor brillan los efectos especiales, que son formidables, que por cierto han sido realizados por una empresa española.
El guión es rutinario y el pobre debut de Rob Letterman en el largometraje de imagen real no tiene nada que ver con los logros en sus títulos de animación, los estupendos "El espantatiburones" (2004) y "Monstruos contra alienígenas" (2009).