Título: | NUNCA ME ABANDONES | |
Tit. Orig.: |
NEVER LET ME GO | |
Nacionalidad: | INGLATERRA, EE.UU., 2010 | |
Dirección: | MARK ROMANEK | |
Guión: | ALEX GARLAND. Basado en la novela escrita por KAZUO ISHIGURO | |
Fotografía: | ADAM KIMMEL | |
Música | RACHEL PORTMAN | |
Interpretes: | CAREY MULLIGAN, ANDREW GARFIELD, KEIRA KNIGHTLEY, CHARLOTTE RAMPLING, SALLY HAWKINS, NATHALIE RICHARD, ANDREA RISEBOROUGH, IZZY MEIKLE-SMALL, ELLA PURNELL | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 103 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
No es frecuente que el género de la ciencia ficción se asocie a un argumento romántico, ya que con frecuencia suele hacerlo a los temas de acción, pero en este caso así ocurre con la novela de Kazuo Ishiguro, el escritor inglés de origen japonés, del que ya conocemos otra de sus novelas llevada al cine, la estupenda "Lo que queda del día".
La que nos ocupa fue publicada en 2005 y considerada por algunos críticos como la mejor de la década.
Cuenta una dura y extraña historia, la de una institución que cuida y cría a niños hasta que son adultos para ser sometidos a trasplantes y curar enfermedades, algo que ellos tienen asumido y llevan con resignación porque ese es el destino que les tiene reservado su triste y corto futuro sin esperanzas.
El relato se centra en la vida de tres de ellos Kathy, Tommy y Ruth, son amigos, crecen juntos y su amistad permanece a través del tiempo a pesar del amor que surge entre dos de ellos y la separación posterior del trío.
A lo largo del argumento la ciencia ficción queda muy al fondo, sosteniendo la narración la relación amorosa sobre la que siempre pende la espada de Damocles de una vida corta que se va deteriorando con los sucesivos trasplantes y la muerte cada vez más cercana debido a ello.
Para mostrar estas relaciones, tan románticas y tristes a la vez, se dota a la cinta de una impecable fotografía de corte bucólico, de bellos paisajes y colores alegres que contrastan con la pena y melancolía que acompaña a los personajes en ese mundo donde el amor es posible sin posibilidad de futuro.
La fría puesta en escena corre a cargo de Mark Romanek, director de videoclips que debutó con "Static" (1965), siguió con el extraño thriller "Retratos de una obsesión" (2002) y ahora nos ofrece un inclasificable film sobre el dilema social y moral de este triángulo romántico amoroso, a través de un rígido guion que guarda bastante fidelidad a la novela original, que toca cuestiones esenciales sobre el sentido de la vida, y cuestiona los límites morales de la ciencia, llevado a cabo de manera académica e impersonal.
La película resulta grata de ver y a ello contribuye el correcto trabajo de los jóvenes actores que encabezan su reparto que prestan gran humanidad a sus personajes junto con la adecuada música de Rachel Portman.