Título: | EL CASTOR | |
Tit. Orig.: |
THE BEAVER | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2010 | |
Dirección: | JODIE FOSTER | |
Guión: | KILE KILLEN | |
Fotografía: | HAGEN BOGDANSKI | |
Música | MARCELO ZARVOS | |
Interpretes: | MEL GIBSON, JODIE FOSTER, ANTON YELCHIN, JENNIFER LAWRENCE, RILEY THOMAS STEWART, CHERRY JONES, JON STEWART | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 87 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Los milagros a veces existen en el cine americano, pero otras no. Kyle Killen escribe su primer guión con esta extraña historia y se lo disputan varias productoras y directores, tal vez pensando que pudiera ser un argumento interesante y termina por caer en manos de Jodie Foster, como un encargo a realizar.
Dada su amistad con Mel Gibson desde que interpretaron juntos "Maverick" (1994) y puesto que nadie le da trabajo últimamente, éste acepta el papel y la película se pone en marcha.
Tras tener una cálida acogida en el Festival de Cannes de este año, cosecha un rotundo y estrepitoso fracaso en la taquilla en los Estados Unidos.
Cuenta la historia de Walter, un empresario de una fábrica de juguetes heredada de su familia, que cae en una profunda depresión que le lleva al borde del suicidio.
La figura de un castor, encontrado en un contenedor de basura, le ayudará, encarnando éste su yo triunfante, a salir adelante y a recuperar a los suyos.
Jodie Foster comenzó como una niña prodigio hasta convertirse en una gran actriz ganadora de dos Oscar, que un día decidió ponerse detrás de las cámaras para dirigir "El pequeño Tate" (1991) un relato muy familiar. Volvió a la dirección con "A casa por vacaciones" (1995). Ahora ha estado más tiempo sin ponerse tras las cámaras hasta aceptar "El castor" (2010), ya que dice que no dirige si no es un tema que le interese y ciertamente las tres tienen las mismas características y en todas ellas figuran las relaciones de los miembros de una familia, en este caso rota como núcleo central de un complejo planteamiento que funciona a ratos.
Le falta emoción, debido a una dirección demasiado plana, sin altibajos, a un discreto nivel, llevada a cabo con más oficio que inspiración, resultando la menos personal de su filmografía.
El guion, que aboga por la unidad familiar, toca temas como la identidad personal, la crisis de valores, el miedo al fracaso, la comunicación con los demás y sobre todo con los más allegados.
Para reforzar la historia de Walter se le añade la de su hijo mayor y la relación con él hasta que llega a entender la soledad y la depresión en que está sumido su padre que precisa ayuda.
Hay momentos un tanto absurdos y surrealistas que hacen que esté a punto de caer en el más espantoso de los ridículos.
Mel Gibson hace un correcto trabajo que no le habrá costado mucho, ya que el personaje tiene algunos rasgos de su propia vida en el que se autoparodia, bien seguido por Jodie Foster en el difícil papel de la esposa.