Título: | EL ÁRBOL | |
Tit. Orig.: |
THE TREE | |
Nacionalidad: | FRANCIA, AUSTRALIA, 2010 | |
Dirección: | JULIE BERTUCCELLI | |
Guión: | JULIE BERTUCCELLI, ELIZABETH J. MARS. Basadas en la novela "Our father who art in the tree", escrita por JUDY PASCOE | |
Fotografía: | NIGEL BLUCK | |
Música | GRÉGOIRE HETZEL | |
Interpretes: | CHARLOTTE GAINSBOURG, MORGANA DAVIES, MARTON CSOKAS, CHRISTIAN BYERS, TOM RUSSELL, ADEN YOUNG, GILLIAN JONES | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 100 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
La francesa Julie Bertuccelli, tras hacer la ayudantía de dirección de "Tres colores: Azul" (1993) y "La carnaza" (1995), debutó en la dirección con "Depuis qu'Otar est parti..." (2003), que no se ha visto en nuestras salas y ahora nos llega su segundo film como realizadora, "El árbol", esta vez en coproducción entre Francia y Australia, rodado en el país de los canguros.
Está basada en la novela "Our father who art in tree" (Padre nuestro que está en el árbol), de la escritora australiana Judy Pascoe, de la que la propia Julie Bertuccelli se encargó de hacer la adaptación, el correspondiente guión y la puesta en escena.
Dawn está casada y tiene una familia numerosa con cuatro hijos. Un día su esposo muere de repente de un infarto al llegar a la casa y su camión choca contra el gigantesco árbol que preside su parcela a pocos metros del hogar. Su hija, la pequeña Simone de 8 años que va con él, cree que el espíritu de su padre se ha encarnado en el árbol, en el que con frecuencia se refugia, le pide consejo, y cuyas raíces se van adentrando en la vivienda rompiendo las tuberías y conducciones.
Desconocemos las dimensiones del libro pero se nos antoja un bonito cuento corto, algo metafórico, en el que una criatura cándida y angelical como Simone (extraordinario el trabajo de la pequeña Morgana Davies) se consuela de la falta de su padre e incluso trata de convencer a su madre de que es así, negándose en su día a que sea talado para que no siga destruyendo la casa.
La anécdota no da para mucho y se desvía por momentos a las relaciones de Dawn con George, en el que busca consuelo sentimental, algo que no parece gustar mucho a sus hijos.
La directora se ha dejado llevar por los sentimientos en la pérdida temprana del marido de la protagonista, al que quería, algo que tenemos entendido vivió ella también en la vida real.
En el argumento se respira una cierta ambigüedad, un simbolismo en torno al árbol que preside el hogar, como si el padre no se hubiera marchado reencarnándose en el árbol para estar cerca de su familia, rota por el dolor, transmitiéndoles la vitalidad y la energía de la naturaleza.
Tal vez esta idea espiritual de la reencarnación que tienen algunas religiones de las personas tras su muerte en animales (en este caso en un vegetal) no sea suficiente para sostener un guión con la suficiente fuerza y entidad por lo que a veces se vuelve reiterativo en determinadas acciones a pesar de las buenas intenciones, lo que hace que junto con la interpretación de Charlotte Gainsbourg, sobre todo de la niña Morgana Davies y el resto del reparto infantil, se deje ver con agrado.
Recibió cuatro nominaciones del Instituto de cine australiano (Película, dirección, Ch. Gainsbourg y M. Davies).