Título: | BAJO AMENAZA | |
Tit. Orig.: |
TRESPASS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2011 | |
Dirección: | JOEL SCHUMACHER | |
Guión: | ELI RICHBOURG. Basado en la historia de CARL GAJDUSEK | |
Fotografía: | ANDRZEJ BARTKOWIAK | |
Música | DAVID BUCKLEY | |
Interpretes: | NICOLAS GACE, NICOLE KIDMAN, BEN MENDELSOHN, LIANA LIBERATO, CAM GIGANDET, DASH MIHOK, EMILY MEADE, JORDANA SPIRO | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 91 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Joel Schumacher es un director que es capaz de sacar adelante un producto comercial cuando tiene un buen guion del que obtener partido, como lo ha demostrado con títulos como "El cliente" (1994), "Última llamada" (2002) o "Verónica Guerin" (2003), por citar tan sólo unos ejemplos.
Sin embargo cuando esto no ocurre se limita a salir del paso lo mejor posible, como sucede en esta ocasión con "Bajo amenaza" (2011), una película que se apunta a la moda de los secuestros caseros amenazando a la familia para obtener dinero.
Esto es lo que se narra en esta ocasión con la inestable y adinerada familia de los Miller, compuesta por Kyle, el marido, tratante de diamantes, Sarah, la esposa, arquitecto, y Avery, la rebelde hija adolescente. La relación entre los tres miembros del clan familiar no es el mejor. La madre propone cenar todos en casa esa noche, pero la chica prefiere ir a una fiesta.
Entre tanto dos delincuentes disfrazados de policías, asaltan la casa con el hermano de uno de ellos y la novia del otro para apoderarse de los diamantes y el dinero de la caja fuerte.
No es el primer film que presenta una situación similar, sin ir más lejos "Secuestrados" (2010), estupendo segundo largometraje del director sevillano Miguel Ángel Vivas, que conseguía un extraordinario suspense y tensión en el espectador o "Transgresión" (2011), de Enrich Alberich, más flojo, pero más parecido a éste en cuanto a la familia y la situación planteada.
Se trata de una cinta de encargo, que se desarrolla en el reducido espacio de una casa de lujo, con una pareja de actores famosos en su cabecera de cartel, que no están en su mejor momento, que únicamente se justifica por el suspense que genera la situación de pánico de la pareja, ya que con ligeras variantes adivinamos el final de este claustrofóbico thriller que se desarrolla en un breve espacio de tiempo.
Entre tanto se van produciendo situaciones violentas con las víctimas y sus asaltantes e incluso entre ellos mismos, al tiempo que se desvelan algunos secretos que se habían ocultado y que producían las discrepancias en el matrimonio, con algún giro inesperado que provoca la sorpresa final.
En el coctel van incluidos la droga, el sexo, el dinero, la enfermedad mental, los diamantes, son los elementos que componen la salsa de este indigesto guiso, con unos personajes que no son muy creíbles.
Llama la atención que la fotografía esté a cargo de Andrzej Bartkowiak que ya había dirigido algunos títulos como "Romeo debe morir" (2000), "Herida abierta" (2001) o "Nacer para morir" (2003).