Título: | POZOS DE AMBICIÓN | |
Tit. Orig.: |
THERE WILL BE BLOOD | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2007 | |
Dirección: | PAUL THOMAS ANDERSON | |
Guión: | PAUL THOMAS ANDERSON. Basado en la novela "OIL", escrita por UPTON SINCLAIR | |
Fotografía: | ROBET ELSWIT | |
Música | JOHNNY GREENWOOD | |
Interpretes: | DANIEL DAY-LEWIS, PAUL DANO, KEVIN J. O'CONNOR, CIARÁN HINDS, DILLON FREASIER, PAUL F. TOMPKINS | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: | 158 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Paul Thomas Anderson, uno de los directores más interesantes de su generación, no se prodiga mucho. Dentro de que es joven, 37 años, tan sólo ha hecho cinco películas y para esta quinta, tras el fracaso de 'Embriagado de amor' (2002), ha tardado cinco años en adaptar la novela 'Oil!' (¡Petróleo!), de Upton Sinclair, publicada en 1927, un autor que destaca por sus inquietudes sociales, que da una visión desesperanzada del hombre, de la que únicamente ha hecho uso de las primeras 200 páginas de las más de 500 que posee, por lo que se puede decir que está libremente inspirada en esa obra, el resto lo ha extraído de personajes de la época.
La historia se desarrolla entre 1890 y 1920.
El personaje ficticio de Daniel Plainview es un hombre solitario, un simple minero buscador de plata, que recibe un día la noticia de que en el pueblo de Little Boston hay petróleo y se marcha allí con su hijo dispuesto a sacarle el oro negro a las entrañas de esa tierra, cueste lo que cueste, aunque haya que derramar sangre, como hace referencia su título original.
Es un hombre hecho a sí mismo, que pasa de la supervivencia diaria a convertirse en un magnate del petróleo, un capitalista feroz, sin sentimientos y desconfiado, un ser deshumanizado que mata, miente y extorsiona por la ambición de tener poder y dinero, para lograr sus intereses que es lo que desea.
Allí tendrá que enfrentarse a Eli Sunday, un joven pastor evangelista, que ha fundado la Iglesia de la Tercera Revelación, cuyo fanatismo le ciega, que utiliza la religión y a sus feligreses en su propio provecho y desde su púlpito denuncia al empresario, cuando es tan ambicioso como él, acabando en una venganza personal.
El guion desgrana las miserias de este hombre indeseable, que llega a no querer ni a su propia familia, que por su desmedida ambición sigue un itinerario que no puede más que acabar en la perdición.
El original comienzo, con más de 15 minutos sin diálogos, apunta lo que vendrá después en esta especie de vuelta al cine de antaño, de larga duración, que se basaba en las clásicas novelas río de otras épocas.
La puesta en escena es premiosa, hecha sin prisa, apurada en detalles y con apariciones sorpresas de personajes inesperados y sucesos que ellos mismos desconocen.
La dirección le hace aparentar frialdad, que se contagia a la interpretación, con un Daniel Day-Lewis sobrio hasta dejarlo de sobra que sólo estalla al final.
Logra muy bien la ambientación de la época, la belleza en la fotografía con un buen uso de la pantalla ancha y la originalidad en la estridente banda sonora.
Esta vez Anderson no hace una historia propia sino una epopeya americana basada en la obra de Sinclair, pero vuelve a hablar de familias rotas, de padres que no quieren a sus hijos, analizando así una sociedad enferma.
Paul Thomas Anderson demuestra un estilo más depurado, más maduro y logra una de sus mejores películas.
Oscar para Daniel Day-Lewis y al mejor logro cinematográfico. Globo de oro y Bafta para Daniel Day-Lewis. Premio Amanda en Noruega al mejor film extranjero. Oso de plata en Berlín a la direccion y la banda sonora. Premio Bodil al mejor film americano. Premio Chlotrudis a la dirección, Daniel Day-Lewis y Paul Dano. Premio a Daniel Day-Lewis en el Festival de Palm Springs. Premio Fipresci en San Sebastián.