Título: | LA VIDA ES BELLA | |
Tit. Orig.: |
LA VITA É BELLA | |
Nacionalidad: | ITALIA, 1997 | |
Dirección: | ROBERTO BENIGNI | |
Guión: | VINCENZO CERAMI, ROBERTO BENIGNI | |
Fotografía: | TONINO DELLI COLLI | |
Música | NICOLA PIOVANI | |
Interpretes: | ROBERTO BENIGNI, NICOLETTA BRASCHI, GIORGIO CANTARINI, GIUSTINO DURANO, MARISA PAREDES, HORST BUCHHOLZ, GINA ROVERE | |
Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 115 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Algo debe tener el agua cuando la bendicen. Algo tiene esta cinta cuando todos la premian, y no es más que el don de la sencillez.
Desde que en el Festival de cine de Cannes logró el Premio Especial del Jurado, no ha parado de recibir recompensas, más de 50, que culminó en la carrera de los Oscar donde recibió siete nominaciones, y ganó tres ellos: a la mejor película en lengua no inglesa, al mejor actor Roberto Benigni y a la mejor música para Nicola Piovani.
Roberto Benigni, que nunca nos gustó como actor y menos como director, nos conquistó esta vez con una historia maravillosa.
En ella hay dos partes diferentes.
Una primera que es una divertida comedia que sucede en una pequeña localidad de la Toscana, en la que Guido, el protagonista, sueña con ser propietario de una pequeña librería y casarse con Dora, una maestra que le ha caído materialmente del cielo, a la que llama Princesa, con la que finalmente tiene un hijo, Guido.
La segunda es una tragicomedia, la que sucede con la llegada del nazismo y la reclusión en un campo de concentración con su hijo pequeño y su esposa, que va de forma voluntaria por no separarse de ambos y poder correr la misma suerte.
A partir de ahí, para preservar la inocencia de su hijo y evitarle los horrores del holocausto, hará lo imposible para hacerle creer que todo será un juego del escondite con los soldados, que son los malos, y en donde hay que ganar mil puntos para conseguir un tanque de verdad y poder marcharse a casa de aquel infierno.
Si en la primera parte engancha un gag con otro para provocar los momentos más divertidos, en la segunda los mezcla con los sentimientos, con la realidad más devastadora del horror nazi y los envuelve en el papel de celofán de la fantasía que le hace creer a su hijo que es un juego, a base de inventiva y de humor.
No se ríe del genocidio nazi, sino que hay una historia llena de humanidad, de cariño de un padre a su hijo que le lleva al propio sacrificio para librarle del espanto, el horror y la barbarie de la guerra.
Roberto Benigni ha logrado una obra maestra, a pesar de que la película tenga sus pequeños fallos, los chistes que se ven venir y algunos convencionalismos sin los cuales no hubiera sido posible esta historia.
Todo ello se perdona ante la grandeza de espíritu de un artista que es capaz de hacernos reflexionar sobre un tema tan importante mediante la terapia de la risa, como en su día también lo hicieron auténticos maestros como Charles Chaplin con 'El gran dictador' (1940) y Ernst Lubitsch con 'To be or not to be' (1942).
Esta fábula sobre el Holocausto fue el mayor éxito internacional del cine italiano desde la época dorada de Federico Fellini.
Además de cosechar unas excelentes críticas y una magnífica taquilla, se paseó por todo el mundo obteniendo una lluvia torrencial de premios, además de recibir ocho premios David de Donatello, premiada en diversos festivales como Cannes o Toronto. No obstante no estuvo exenta de polémica ya que hacer humor sobre los horrores del nazismo no es sencillo y cuando el rodaje fue anunciado hubo numerosas protestas de la comunidad judía italiana, pero tras estrenarse, hebreos de todo el mundo le dieron su bendición.
Un film muy recomendable para todos los públicos