Título: | JUGANDO CON EL CORAZÓN | |
Tit. Orig.: |
PLAYING BY HEART | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1998 | |
Dirección: | WILLARD CARROLL | |
Guión: | WILLARD CARROLL | |
Fotografía: | VILMOS ZSIGMOND | |
Música | JOHN BARRY | |
Interpretes: | GILLIAM ANDERSON, ELLEN BURSTYN, SEAN CONNERY, ANTHONY EDWARDS, ANGELINA JOLIE, JAY MOHR, RYAN PHILLIPPE, DENNIS QUAID, GENA ROWLANDS, JON STEWART, MADELEINE STOWE | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 119 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Últimamente cuando nos encontramos con una película que mezcla varias historias, rápidamente se compara con la magistral "Vidas cruzadas", de Robert Altman, y eso puede conducir a engaño, aparte de que las comparaciones son odiosas y cualquiera en ese caso sale perdiendo.
"Jugando con el corazón" cuenta, de forma alternante, varias historias, de un grupo de personajes, que tienen todas en común el hecho de que tratan de una manera o de otra el tema del amor, la amistad o lo que es lo mismo evitar la soledad.
Sólo al final se mezclan todos los personajes y se descubre la relación que existen entre ellos. Todo sucede durante ocho días.
Mientras tanto tenemos ocasión de emocionarnos con un matrimonio maduro que se echa en cara infidelidades pasadas, cuando están a punto de cumplir cuarenta años de casados, o con un chico en fase terminal de sida cuya madre quiere recuperar el tiempo que no ha estado a su lado, o con la directora teatral insegura en su relación con los hombres, o con la esposa que tiene encuentros rutinarios con su amante en el hotel habitual, o con el engañado marido que cuenta sus penas en la barra de un bar o con el jovencito que liga en la vida nocturna.
Son diversos aspectos del amor, en distintos relatos.
Unos nos enganchan más que otros, y casi ninguno nos emociona lo suficiente dada la frialdad con que se nos van alternando, lo que le resta emoción, en lugar de contarlos de una forma continuada.
Sólo al final, en un alargue de ingenio guionístico, logra relacionar a todos los personajes de una estructura coral, algunos incluso de manera un poco forzada.
Lo mejor que tiene el guionista y debutante director Willard Carroll es un elenco de actores a su disposición, de distintas edades, realmente bueno, que va desde la veteranía de Sean Connery, Gena Rowland y Ellen Burstyn, hasta los más jóvenes como la estupenda y natural Angelina Jolie.
Este canto a los buenos sentimientos se adoba con una estupenda música de John Barry y una magnífica fotografía del veterano Vilmos Zsigmond y queda así más redondeado un film que de no ser por esos alicientes se hubiera quedado en muy poco, pero que se mejora con todo lo apuntado.