Título: | TRANSPORTER 3 | |
Tit. Orig.: |
TRANSPORTER 3 | |
Nacionalidad: | FRANCIA, 2008 | |
Dirección: | OLIVIER MEGATON | |
Guión: | LUC BESSON, ROBERT MARK KAMEN | |
Fotografía: | GIOVANNI FIORE COLTELLACCI | |
Música | ALEXANDRE AZARIA | |
Interpretes: | JASON STATHAM, NATALYA RUDAKOVA, FRANÇOIS BERLÉAND, ROBERT KNEPPER, JEROEN KRABBÉ, ERIQ EBOUANEY, SILVIO SIMAC, ALEX KOBOLD | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 102 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El cine francés y más concretamente el productor, director y guionista Luc Besson, ha sabido copiar perfectamente el género de acción que se hace en Norteamérica a través de dos de sus franquicias, Taxi y Transporter, que en este caso esta última llega a su tercera entrega.
Una vez más el personaje de Frank Martin, un especialista en entregas de alto riesgo que fue creado en 2002 en la primera, se vuelve a poner en marcha para hacer una nueva entrega peligrosa: esta vez son dos bolsas de las que ignora su contenido y Valentina, una chica ucraniana, hija de Leonid Vasilev, un ministro de aquel país, que ha sido secuestrada por Jonas Johnson, para que su padre firme unos importantes documentos, mientras ésta viaja de Marsella a Odessa para no ser localizada.
Esta tercera entrega tiene algunas variantes con respecto a las anteriores: Frank Martin no hace el trabajo por propia voluntad sino amenazado de muerte por una pulsera explosiva que se activa si se aleja más de 20 metros de su coche; rompe la regla de averiguar el contenido de las bolsas que transporta; y por primera vez viaja acompañado y de una mujer que le obliga a rendirse a sus encantos lo que le hace más vulnerable aún.
Por lo demás sigue con las mismas características el personaje: tiene carisma, es serio e inmutable, viste bien los trajes de Armani, sabe luchar cuerpo a cuerpo y conducir muy deprisa.
De todo ello se hace alarde en una película rodada sin efectos especiales, con varias secuencias que son increíbles, como la conducción entre los dos traylers o la persecución en bicicleta que resultan muy espectaculares, amén de la coreografía de las escenas de luchas de Corey Yuan, que como suele ser habitual desgraciadamente tienen un montaje excesivamente rápido.
En este tipo de films poco se puede hablar de guion, interpretación o dirección, ya que es pura mecánica que repite lo mismo de siempre, aunque eso sí, no engaña a nadie.