Título: | 5 DÍAS SIN NORA | |
Tit. Orig.: |
5 DÍAS SIN NORA | |
Nacionalidad: | MÉXICO, 2008 | |
Dirección: | MARIANA CHENILLO | |
Guión: |
MARIANA CHENILLO |
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Fotografía: | ALBERTO ANAYA | |
Música | DARÍO GONZÁLEZ VALDERRAMA | |
Interpretes: | FERNANDO LUJÁN, ARI BRICKMAN, CECILIO SUÁREZ, ENRIQUE ARREOLA, ANGELINA PELAEZ, VERÓNICA LANGER, ENRIQUE CUEVA, JUAN CARLOS COLOMBO, MAX KERLOW, SILVIA MARISCAL | |
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS | |
Duración: | 92 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tuvimos ocasión de ver esta película en el Festival de Huelva 2009 y tres años después llega a las carteleras españolas.
Es el primer largometraje para cine como directora y guionista de la mexicana Mariana Chenillo, profesora de cine, que debuta con este drama cómico bien perfilado, llevado con mano maestra, como corresponde a sus enseñanzas, y con un toque femenino de observación de la realidad, no exento de algunas gotas de humor que liberan la calma tensión dramática y cierto suspense que se desprende a lo largo de la trama.
Nora ha dejado todo organizado tras su muerte, hasta la comida para el velorio, pero se le escapa un detalle accidental que provoca la duda y sospecha en José, su ex marido, separado desde hace veinte años.
La condición de la pertenencia a la religión judía de Nora va a complicar algo que no tuvo en cuenta la muerta, ni el hecho de su suicidio que aumenta la dificultad.
El enfrentamiento del ateo José con el rabino provoca más de una situación embarazosa y cómica a la vez, así como la llegada del hijo, su esposa, los dos niños, la criada y una tía medio cegata.
A pesar de desarrollarse casi todo en un piso, prácticamente en dos habitaciones, con puertas que se abren y se cierran, por lo que podía muy bien adaptarse a la escena, no da esa sensación de teatralidad.
Magnífica la labor actoral en general, pero especialmente de Fernando Luján, los elegantes movimientos de cámara y la acertada dirección de la debutante en esas tareas, quien para escribir el guion, que se nota que está muy trabajado, se inspiró en la historia de su abuelo, el resto es ficción, en la que descarga bastante cinismo y emoción en torno al velatorio, centrándose en la pareja, el amor perdido, la lucha entre las dos religiones la católica y la judaica y sus convenciones sociales, a las que les saca bastante partido para extraer de ello la comicidad del film.
La cinta disfrutó de una buena acogida de crítica y público en su estreno en México en su día, lo que se vio compensado con numerosos premios: ocho Ariel, mejor ópera prima en el Festival de La Habana, el Colón de plata en el Festival de Huelva para Fernando Luján, Premio del jurado a la dirección y mejor ópera prima en el Festival latino de Los Angeles, Premio a la mejor película en Mar del Plata, Premio del público en los Festivales de Miami y Morelia y Premio a la mejor dirección en el Festival de Moscú.