Título: | EL NOMBRE | |
Tit. Orig.: |
LE PRÉNOM | |
Nacionalidad: | FRANCIA, BÉLGICA, 2012 | |
Dirección: | MATTHIEU DeLAPORTE, ALEXANDRE DE LA PATELLIÉRE | |
Guión: |
MATTHIEU DeLAPORTE. Basado en la obra teatral de MATTHIEU DeLAPORTE, ALEXANDRE DE LA PATELLIÉRE |
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Fotografía: | DAVID UNGARO | |
Música | JÉRÔME REBOTIER | |
Interpretes: |
PATRICK BRUEL, CHARLES BERLING, FRANÇOISE FABIAN, VALÉRIE BENGUIGUI, GUILLAUME DE TOQUEDEC, JUDITH EL ZEIN, MIREN PRADIER, ALEXIS LEPRISE |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 109 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Tras varios guiones de películas y series de televisión, Alexandre de la Patellière, hijo del célebre director francés Dennys de la Patellière, decide ponerse tras la cámara para dirigir su primer largometraje, basado en su propia obra teatral de igual título.
Para ello lo hace en compañía de Matthieu Delaporte, también guionista y director, que ya había debutado con "La jungle" (2006).
Vincent acude a una cena a casa de su hermana Elizabeth y de su cuñado Pierre, a la que también asistirá posteriormente su esposa Anna, y Claude un amigo de la familia.
El tema de conversación inicial será el nombre que pondrá Vincent a su hijo: Adolph, algo que horroriza a los presentes por su coincidencia con el del dictador Hitler.
Posteriormente se propondrán otros temas, algunas bromas y surgirán enfados a través de los cuales saldrán a relucir ciertas verdades, la condición humana, los trapos sucios de cada uno que se echarán en cara secretos, traumas, defectos, envidias y rencores ocultos.
En lo que iba a ser en principio una feliz velada, queda en entredicho la amistad, la relación fraterna y familiar sin que nadie quede a salvo.
El guion se ajusta fielmente a la obra de teatro que tuvo gran éxito en su estreno en 2010 con unas doscientas cincuenta representaciones, aportando a la misma únicamente el prólogo inicial y el epílogo final para que termine con un agradable sabor de boca.
Las muchas discusiones que llevan a cabo los protagonistas aportan abundantes momentos divertidos que provocan la franca carcajada de los espectadores, gracias a los excelentes diálogos, ingeniosos, ágiles, inteligentes, rápidos y divertidos siempre, sin resultar forzados nunca.
Fluye la conversación con gran naturalidad, incluso en las situaciones más dramáticas en las que aparece la tirantez entre ellos debido a sus prejuicios y mezquindades.
También salen a relucir las ideas políticas, la crítica social, el dinero que sitúa a cada uno en un escalón de la sociedad o el papel de la mujer en el matrimonio en la Francia burguesa.
El film nos parece una forma ejemplar de trasladar una obra de teatro al cine, en la que se respeta por completo el escenario, el salón de la casa y la cocina, gracias a la agilidad del montaje y la gran movilidad de la cámara que aporta expresivos primeros planos llenos de matices de los actores, algo que nunca puede dar el teatro, con lo que se llega más al fondo de los personajes.
Los histriónicos actores están espléndidos, con los papeles bien aprendidos, no en vano fueron los mismo que hicieron la representación teatral (salvo Charles Berling) que hacen una labor excelente.
Los directores tienen la virtud de no aburrir nunca al público, a pesar de las casi dos horas de duración de tan divertida y descacharrante comedia, llevada a cabo con un buen ritmo y con la máxima elegancia.