Título: | SILENT HILL | |
Tit. Orig.: |
SILENT HILL | |
Nacionalidad: | CANADÁ, FRANCIA, 2006 | |
Dirección: | CHRISTOPHE GANS | |
Guión: |
ROGER AVARY. Basado en el videojuego de Konami |
|
Fotografía: |
DAN LAUSTSEN |
|
Música | JEFF DANA | |
Interpretes: |
RADHA MITCHELL, LAURICE HOLDEN, SEAN BEAN, DEBORAH KARA UNGER, KIM COATES, TANYA ALLEN, ALICE KRIGE, JODELLE FERLAND |
|
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: | 124 MINUTOS |
---|
Por PACO CASADO
Aún está por hacerse la película que basada en un videojuego sea digna de ser tenida en cuenta, ya que hasta ahora la mayoría de ellas han sido producciones fallidas por uno u otro concepto.
A veces da pena que se inviertan tan enormes presupuestos en recrear historias tan malas, peor contadas, con efectistas imágenes y sin ningún logro.
El director francés Christophe Gans, muy aficionado a este género, autor de 'Crying Freeman' (1995) y 'El pacto de los lobos' (2001), estaba enamorado de este videojuego y luchó con otros hasta conseguir sus derechos.
Le ayudó a escribirlo Roger Avery, ganador de un Oscar como co-autor con Quentin Tarantino del guión de 'Pulp Fiction', pero ni aún así se ha conseguido mejorarlo.
Aunque desconocemos el videojuego, sabemos que se basa fundamentalmente en la segunda entrega y que algunas cosas han sido cambiadas, dentro de que se mantiene fiel al mismo, como por ejemplo, el protagonista masculino aquí es una mujer, Rose, una madre angustiada con la enfermedad de su hija adoptada, Sharon, procedente del abandonado pueblo de Silent Hill, envuelto en una extraña neblina de ceniza, que aparece constantemente en las pesadillas de la hija y en los macabros dibujos que realiza.
Negándose a que la niña sea internada se marcha, aun con la oposición de su marido, a buscar el maldito pueblo para encontrar la respuesta, lo que vendrá a suponer un auténtico descenso a los infiernos.
El film, que tiene un aspecto visual bastante vistoso, tiene a partir de la desaparición de Sharon una segunda parte muy compleja, en donde se dan cita toda clase de extraños personajes fantásticos y macabros decorados entre los que se mezclan la leyenda, el aspecto religioso, el bien y el mal en lucha constante con una atmósfera angustiosa, en un guión bastante farragoso y confuso, para terminar en un final predecible y explicativo, como es habitual.
A pesar de ser un videojuego japonés no es lo de siempre, no se lucha contra un fantasma vengativo, sino contra un abandonado pueblo y con sus muchas extrañas criaturas infernales que lo habitan.
Es una pena el despilfarro en decorados, efectos especiales para una puesta en escena espectacular, que se alarga demasiado y se hace reiterativa, que no interesa, como igualmente que se vea inmersa en esta pesadilla una actriz como la australiana Radha Mitchell (Melinda y Melinda).