Título: | HOTEL TRANSILVANIA | |
Tit. Orig.: |
HOTEL TRANSYLVANIA | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2012 | |
Dirección: | GENNDY TARKAKOVSKY | |
Guión: |
PETER BAYNHAN, ROBERT SMIGEL. Basados en el argumento escrito por TODD DURHAM, DAN HAGEMAN, KEVIN HAGEMAN |
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Fotografía: |
En color |
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Música | MARK MOTHERSBAUGH | |
Interpretes: |
Animación |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 91 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Llama la atención la abundante producción de películas infantiles que llega semanalmente a las carteleras, que por lo general son rentables, lo cual puede ser en principio un buen síntoma de que está naciendo una nueva generación de pequeños espectadores que serán los futuros asistentes a las salas cuando sean jóvenes y después adultos aficionados al cine.
Genndy Tartakovsky, director de origen ruso afincado en Norteamérica desde muy pequeño, aficionado al comic, procede de la dirección devarios cortos y series de televisión de ese mismo corte como 'Las supernenas' o 'Star Wars: Las guerras clon', que ahora debuta en el largometraje con 'Hotel Transilvania'.
Las dos palabras del nombre de este film lo dicen todo, ya que se trata de un hotel construido por Drácula para alojar exclusivamente a monstruos, en el que vive con su hija Mavis. Allí llega Jonathan, un joven turista despistado, con su mochila al hombro, que cree que aquello es un divertido baile de máscaras pero de lo que se trata es de la fiesta de cumpleaños de Mavis.
El guion resulta interesante y a pesar de centrarse prácticamente toda la trama dentro del castillo, se le ocurren situaciones muy divertidas, al tiempo que originales, que tienen su gracia, aumentado por el doblaje español que dota a algunos personajes de un acento andaluz lleno de gracejo.
A pesar de tratarse de monstruos Drácula también tiene su corazoncito y su amor de padre que no quiere que Mavis se separe de él y se vaya a conocer mundo o que se enamore del despistado Jonathan, aunque finalmente comprenda lo que es mejor para su hija, lo que lleva aparejado la tradicional defensa de la familia tan habitual en el cine americano, así como la aceptación del prójimo por diferente que éste sea, como en este caso los monstruos y los humanos.
Lo que resalta a la vista principalmente es el ritmo tan vertiginoso a que ha sido rodado este largometraje, ópera prima de Tartakovsky, que a veces cuesta seguir la acción por la rapidez de sus imágenes que mucho recuerdan a veces a las viñetas de los comics, a los que es tan aficionado su director, en cuanto a los movimientos de los personajes.
Tampoco faltan algunas canciones como es tan habitual en las producciones de Walt Disney, aunque no sean muy pegadizas en este caso, por lo que no se van a hacer populares, a buen seguro.
Posiblemente a los niños más pequeños se les escapen algunos diálogos con cierta ironía, citas como la de Woody Allen o que no reconozcan a algunos monstruos más tradicionales.