Título: | LOS PADRES DE ÉL | |
Tit. Orig.: |
MEET THE FACKERS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2004 | |
Dirección: | JAY ROACH | |
Guión: |
JOHN HAMBURG, JIM HERZFELD. Basados en una historia de JIM HERZFELD, MARC HYMAN |
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Fotografía: |
JOHN SCHWARTZMAN |
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Música |
RANDY NEWMAN |
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Interpretes: |
ROBERT De NIRO, BEN STILLER, BLYTHE DANNER, DUSTIN HOFFMAN, BARBRA STREISAND, TERI POLO, OWEN WILSON |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: | 113 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Hay películas que piden una secuela y sobre todo si recaudan más de 300 millones de dólares en el mundo. Así ocurrió con 'Los padres de ella' en la que Gaylor Focker tenía que pasar el trago de conocer a los padres de Pam, su novia, en un fin de semana que resultó desastroso.
Era lógico que ahora les devolvieran la visita y que los suegros se conocieran en otro similar fin de semana en el que vuelve a pasar de todo, ya que él ha sobrevalorado a sus padres.
No era fácil volver a encontrar situaciones divertidas como las de la primera parte, pero dado el carácter liberal de los padres de él es más fácil exagerar la nota para provocar el contraste con la seriedad y tradicionalismo del estricto ex-agente de la CIA y su circunspecta esposa.
Bernie Focker es un vividor que cuida de la casa y su esposa Roz una sexóloga extrovertida y liberal especializada en la tercera edad.
El guión no hace más que copiar el primer esquema y buscar escenas similares sobre malentendidos, accidentes caseros y situaciones comprometidas, con algún que otro hallazgo de gags nuevo y divertido o chocante, con el añadido del nieto y las mascotas animales.
No siendo más original que la anterior, sino todo lo contrario, se añaden otros alicientes como la incorporación de dos buenos actores que incrementan el reparto, como son los veteranos Dustin Hoffman, que está lejos de los dramáticos papeles que le hicieron famoso en su carrera, y una aún atractiva Barbra Streisand que llevaba ocho años sin aparecer su rostro por las pantallas en un papel de comedia.
La realización de Jay Roach deja bastante que desear, tomando como muestra la secuencia en la cama con los rostros llenos de nata o el baile final en el que el niño (por cierto de lo mejor del film) aparece y desaparece de los brazos de la novia durante el baile.
Un enredo familiar para pasar el rato, si no se es muy exigente, al que se le debe pedir más, que ha vuelto a hacer saltar las taquillas americanas.