Título: | THE FAST AND THE FURIOUS 2 (A TODO GAS 2) | |
Tit. Orig.: |
2 FAST 2 FURIOUS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2003 | |
Dirección: | JOHN SINGLETON | |
Guión: |
MICHAEL BRANDT, DEREK HAAS |
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Fotografía: |
MATTHEW F. LEONETTI |
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Música |
DAVID ARNOLD |
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Interpretes: |
PAUL WALKER, TYRESE GIBSON, EVA MENDES, COLE HAUSER, JAMES REMAR, DEVON AOKI, CHRIS "LUDACRIS" BRIDGES |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 13 AÑOS | |
Duración: | 107 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El inesperado éxito del verano de 2001, A todo gas, que recaudó más de 140 millones de dólares, ha dado lugar a esta secuela que con un presupuesto mayor, casi el doble, (78 millones) hará más que la primera a juzgar por los 52 del primer fin de semana.
John Singleton que comenzó siendo nominado al Oscar con Los chicos del barrio (1991) y tras conseguir cierto prestigio en la crítica especializada, ha ido descendiendo en sus pretensiones hasta llegar al cine comercial, lo cual hace con oficio y sentido del espectáculo, que es lo que se pretende con esta secuela sobre el furor de las carreras ilegales de coches que comenzó con la anterior en Japón y se extiende en ésta por el sur de California.
La acción se instala en Miami y se llama al ex-policía de LAPD Brian O'Connor, quien puede recuperar su placa, para que atrape a un criminal peligroso y para ello recluta a Roman Pearce, su colega de la infancia Roman, antiguo delincuente y corredor callejero, que a cambio tiene la oportunidad de redimirse y puede limpiar su expediente.
También trabaja con la agente encubierta del Servicio de Aduanas de Estados Unidos Monica Fuentes para que atraiga al narcotraficantes Carter Verone.
Juntos han de atrapar a un empresario sudamericano que dirige un cartel internacional que blanquea dinero y está metido en esas carreras callejeras ilegales.
Esto da pie de nuevo a espectaculares carreras de coches de alta tecnología, mucho olor a carburante y ruedas quemadas, persecuciones espectaculares, sonidos atronadores, velocidad desenfrenada y una cañera banda sonora de David Arnold.
Singleton cambia la denuncia social por el entretenimiento puro y duro, sin pretensiones, con un argumento superficial y sin mucho interés, con una floja historia de amor, para una película en la que las carreras están mal rodadas, tienen un montaje en corto algo confuso, parecen de videojuego, llenas de efectos especiales y donde lo que tiene más fuerza son los personajes de la trama policiaca.
Los actores aportan sus espléndidos físicos junto a una interpretación bastante convencional.
Premio Teen Choice para Paul Walker.