Título:	BLADE RUNNER
Tit. Orig.:	BLADE RUNNER
Nacionalidad:	EE.UU., 1982
Dirección:	RIDLEY SCOTT
Guión:	DAVID WEBB PEOPLES, HAMPTON FANCHER. Basados en la novela "DO ANDROIDS DREAM OF ELECTRIC SHEEP?", escrita por PHILIP K. DICK
Fotografía:	JORDAN CRONENWETH
Música	VANGELIS
Interpretes:	HARRISON FORD, RUTGER HAUER, SEAN YOUNG, DARYL HANNAH, EDWARD JAMES OLMOS, JOANNA CASSIDY, BRION JAMES, JOE TURKEL, M. EMMET WALSH, WILLIAM SANDERSON
Censura:	AUTORIZADA PARA MAYORES DE 14 AÑOS
Duración:	115 MINUTOS

Por PACO CASADO

  Los géneros en el cine se van combinando conforme avanzan los tiempos. Hay veces que llegan a mezclarse hasta lograr confundirse. Decimos esto a la vista de 'Blade Runner' al tratar de clasificarla o encasillarla en los ya conocidos, ya que aquí se mezclan el género del cine negro y el de la ciencia ficción o dicho de otra forma se han utilizado las características del cine policiaco y se han trasladado a un argumento situado en un futuro inmediato.
  La acción se desarrolla en la ciudad de Los Angeles en el año 2019. La ciencia ha avanzado enormemente y ya se fabrican humanoides tan perfectos que se confunden con los humanos.
  Éstos están destinados a los trabajos más duros y son como una especie de esclavos programados para vivir tan sólo cuatro años y habitan en planetas fuera de la Tierra. Pero un grupo de los llamados replicantes Nexus 6, se rebelan y llegan a la citada ciudad con el pretexto de que se les prolongue su existencia.
  Para combatirlos existen los Blade Runners, unos policías especializados en detectarlos y retirarlos o lo que es lo mismo destruirlos.
Este grupo es el que tiene atemorizada a la ciudad de Los Angeles y Rick Deckard es el hombre encargado de combatirlos.
  Esta es la elemental línea que les ofrecemos para su orientación a la hora de ver esta película, que creemos necesaria para su situación ante la historia a desarrollar, en la que en un principio es difícil entrar al tenernos que trasladar a una época futura y con una técnica no tan frecuente en los momentos en que fue rodada.
  Basándose en la novela '¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?' escrita por Philip K. Dick, Hampton Fancher y David Peoples se han encargado de hacer el guion.
  Ridley Scott, director de 'Los duelistas' (1977) y 'Alien, el octavo pasajero' (1979), se ve metido de nuevo en la ciencia ficción, pero acercándose a una realidad más próxima e inmediata, tratando de reconstruir lo que podía ser la vida en la Tierra en un futuro lejano en las grandes ciudades, abigarradas de hombres y mujeres que caminan como hormigas por calles repletas de público, pobladas de grandes anuncios de neón, sucias, malolientes a comida, que incitan a muchos a emigrar a otras galaxias.
  De hecho entre los anuncios luminosos de neón, bajo la pertinaz lluvia, hay uno que constantemente invita a una vida más sana fuera de la Tierra.
  En este sentido Ridley Scott ha querido ser realista y así nos transmite el agobio, la tristeza de un mundo en el que no hay sol, mojado por una constante llovizna, con reflectores que iluminan vigilantes las calles e interior de las viviendas en los elevadísimos edificios amontonados unos junto a otros, en un mundo frío, despersonalizado, algo caótico y asfixiante en el que predomina el hacinamiento y la suciedad.
  En ese mundo se desarrolla un relato que, como apuntábamos antes, tiene cierto paralelismo con lo policiaco en su desarrollo.
Se trata de una historia policiaca futurista en la que los gángsteres que atemorizan la ciudad son los androides, mientras que el policía, 'Blade Runner', utiliza armas más sofisticadas o sorprendentes computadoras que les ayudan a hacer los test o a escudriñar una fotografía en sucesivas ampliaciones hasta descubrir lo que el ojo humano no puede ver a simple vista, pero el esquema es parecido.
  Y junto a ésto, que en apariencia puede ser una simple producción futurista de aventuras, subyace una inquietud que creemos que también está en el film de Ridley Scott. Y es la pregunta de si el hombre en un futuro será capaz de crear estos seres-robots tan perfectos y destruirlos con la misma facilidad con un determinado plazo fijo para morir.
  Como apunta uno de ellos, acorralado, empujado a la lucha por la supervivencia y la violencia, "es toda una experiencia vivir con miedo. Saber lo que significa ser esclavo". He aquí una visión de un mundo futuro y una preocupación metafísica.
  La cinta posee una ambientación perfecta, una atmósfera interesantísima que presta un indiscutible marco al misterio y a la trama que se desarrolla, aunque ese mismo planteamiento futurista le da una cierta frialdad en su realización, un distanciamiento en el que el espectador tarda en entrar en el juego y un ritmo lento en su desarrollo.
  Muy ajustados los actores, tanto Harrison Ford como Sean Young en un papel muy distinto a los que le habíamos visto hasta ahora. Notable la dirección de Ridley Scott.
  Excelentes los decorados así como los efectos especiales del maestro Douglas Trumbull en compañía de Richard Yuricich y David Dryer que fueron nominados al Oscar y la música de Vangelis a los Globos de oro. Ganó los Bafta a la fotografía, vestuario y decorados. Le fue concedido el Hugo a la mejor presentación dramática, entre otros premios de diversas asociaciones de críticos.