Título: | QUÉ VERDE ERA MI VALLE | |
Tit. Orig.: |
HOW GREEN WAS MY VALLEY |
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Nacionalidad: | EE.UU., 1941 | |
Dirección: | JOHN FORD | |
Guión: |
PHILIP DUNNE. Basado en la novela escrita por RICHARD LEWELLYN |
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Fotografía: |
ARTHUR MILLER |
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Música |
ALFRED NEWMAN |
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Interpretes: |
WALTER PIDGEON, MAUREEN O'HARA, RODDY McDOWALL, DONALD CRISP, ARTHUR SHIELDS, BARRY FITZGERALD, PATRIC KNOWLES |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 113 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Realizada por el director irlandés John Ford, poco antes de ser movilizado por el ejército, esta película está a caballo entre la famosa 'La ruta del tabaco' (1941), no vista en España, y su no menos famosa 'Pasión de los fuertes' (1946), que hizo tras su reincorporación a la actividad cinematográfica y es fruto de un hombre y de las circunstancias históricas de esos momentos.
Lleva algo del sello característico de la productora Fox y al mismo tiempo de su autor.
Es por esto por lo que se parece en el corte de producción a otro título de la misma casa Las llaves del reino.
Un tipo de cine de buenos sentimientos, de ideas religiosas, políticas y sociales.
Pero a diferencia de otras de la misma productora, ésta lleva la impronta de John Ford, que hace que uno de sus films se distinga con únicamente contemplar un plano.
Pertenece al segundo período de su director en el que culminó su evolución hacia la madurez, antes de entrar en su etapa de cine bélico, por razones evidentemente históricas.
Supone un fiel reflejo de las condiciones en las que se mueve haciendo purgar la tradición con el progreso pero siempre bajo lo que se puede definir como su sello de calidad.
Aquí nos cuenta la historia, a través de la narración del menor de los hijos de la familia Morgan, de un pueblo minero de Gales y sus aventuras laborales y vecinales que tiene toda la belleza de la gran bondad de los personajes.
Los tradicionales valores de la familia se ven desgarrados por hechos tristes, injustos y trágicos, pero a pesar de ello John Ford logra crear un clima de fraternidad y respeto que emociona, entretiene y nos hace disfrutar de principio a fin.
Pocas historias de amor se han contando con tanta efectividad y escasos diálogos como esta que protagonizan Walter Pidgeon y Maureen O'Hara.
El director hace aquí un tipo de cine casi neorrealista, ambientando su historia en el querido mundo de su viejo país al que nunca olvidó, que evocaba constantemente en sus cintas.
Él conoce perfectamente ese mundo, lo recrea, lo retoca y nos lo ofrece como el más real de los existentes.
Esta película nos recuerda en algunos momentos a 'Fort Apache' (1948), en lo que se refiere a la humanidad de esas mujeres enlutadas y en su sacrificio sin límites, sin más premio ni recompensa que tener una familia unida y un hogar feliz que tanto cuesta mantener.
Posee esos instantes de una grandeza infinita, con momentos de creación que denotan a un gran artista, aunque en este caso no esté en la trayectoria del John Ford heroico y grandioso que tanto gusta y del que hemos de reconocer su mérito y su valor.
Es el tipo de cine que hoy llamaríamos novela río o best seller, pero salvado con mano maestra y dentro de una ortodoxia profesional tal vez no existente en esos momentos en el Hollywood de las grandes estrellas y luces rutilantes.
Se echa de menos en la ficha a su gran guionista Dudley Nichols, aunque Philip Dunne no era tampoco manco y no lo hizo mal al adaptar la novela de Richard Llewellyn, en la que el protagonista recuerda con cierta nostalgia sus años de juventud en un pequeño pueblo minero escocés a principios de siglo.
'Qué verde era mi valle!' (1941) es un film imprescindible para los amantes del cine.
Posee una gran interpretación, buena fotografía de Arthur Miller y música adecuada del melódico compositor Alfred Newman.
Ganó cinco Oscars: Película, Director, Actor secundario (Donald Crisp), Fotografía y Decorados. También fueron nominados Sara Allgood como actriz de reparto, el montaje de James B. Clark, la música de Alfred Newman, el guion de Philip Dunne y el sonido. Cóndor de plata de los críticos argentinos y John Ford el premio como mejor director de los críticos de Nueva York