Título: | THE MASTER | |
Tit. Orig.: |
THE MASTER | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2012 | |
Dirección: | PAUL THOMAS ANDERSON | |
Guión: |
PAUL THOMAS ANDERSON |
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Fotografía: |
MIHAI MALAIMARE JR. |
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Música |
JOHNNY GREENWOOD |
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Interpretes: |
JOAQUIN PHOENIX, PHILIP SEYMOUR HOFFMAN, AMY ADAMS, LAURA DERN, JESSE PLEMONS, RAMI MALEK, KEVIN J. O'CONNOR, CHRISTOPHER EWAN WELCH, DAVID WARSHOFSKY |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 144 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Paul Thomas Anderson es de los directores americanos jóvenes en el que más confía la crítica, de los que tiene ya bastantes adeptos a su cine, aunque personalmente pensamos que es un director irregular, que funciona mejor cuando tiene una base literaria que haya adaptado que cuando lo hace con guiones originales y siempre tendiendo a hacer películas largas a las que por lo general le suele sobrar metraje para contar las historias.
Comenzó llamando la atención con su segundo film, 'Boogie nights' (1997) sobre el tema del cine porno, al que siguió 'Magnolia' (1999) en donde agrupaba varias historias durante tres horas, que eran cintas aceptables. Bajó en nuestra apreciación con 'Embriagado de amor' (2002) con la que pretendía hacer una comedia y volvió a subir en interés y en duración con 'Pozos de ambición' (2007) hasta ahora su mejor cinta basada en la novela de Upton Sinclair, en donde se daba otra de sus mejores características, la dirección de actores o la elección de los mismos, ya que casi siempre tienen una actuación destacada, como sucedía en esa con Daniel Day Lewis, un hombre enfrentado a su propia ambición.
La que ahora nos ocupa 'The master' (2012), vuelve a tener un guion original escrito por él mismo y pensamos que ahí está su mayor error, al contar de forma errática la historia de Lancaster Dodd, nombre bajo el que se oculta, para no tener problemas, el de Ronald Hubbard, el creador de la polémica Iglesia de la Cienciología, que comenzó a popularizarse en Estados Unidos al comienzo de los años 50.
La acción se desarrolla en Norteamérica tras la Segunda Guerra Mundial. No es más que la historia de un iluminado, ebrio de sus propias mentiras, un listo embustero que engaña a sus víctimas, enfrentado a Freddie Quell, un loco ex-soldado alcoholizado, trastornado y desequilibrado, con una personalidad autodestructiva, con la necesidad de mentir para ser él mismo, al que acoge como si fuera su propio hijo, tratando de orientarlo en la vida, que mutuamente sienten respectiva fascinación, aunque ésta no se explica, ni se motiva en ningún momento.
A lo largo de la misma se tocan algunos temas de forma pasajera como el poder, la ambición, el miedo a la soledad, a vivir y a morir, la homosexualidad.
A pasar de los dislates de este argumento en el que hay muchas escenas que no tienen sentido, ya que Anderson hace un cine complejo difícil de comprender, se vuelve a dar de nuevo la característica de la buena dirección de actores o la acertada elección de los mismos.
En este sentido Joaquin Phoenix tiene una excéntrica interpretación de la que hace una auténtica creación de su personaje, que con frecuencia desata su furia, su odio, su sufrimiento, al que da respuesta otra notable actuación de Philip Seymour Hoffman que despliega una vez más sus estupendas cualidades de buen actor, poniéndole el carisma de un líder espiritual. Por otra parte y sin armar ruido Amy Adams hace un notable trabajo como la hija de Hoffman que no se olvida fácilmente.
Los tres fueron nominados al Globo de oro y al Oscar como únicas candidaturas obtenidas por esta película que, previamente en su paso por la Mostra de cine de Venecia, Paul Thomas Anderson ganó el León de oro a la mejor dirección y Phoenix y Hoffman la Copa Volpi como mejores actores y también el premio Fipresci.
A pesar de esos premios y reconocimiento de buena parte de la crítica, creemos que es un film fallido, abstracto, complejo, de difícil comprensión, sin emoción, que avanza a impulsos y no apto para el gran público, sólo para iluminados como el protagonista.