Título: | MÓNICA DEL RAVAL | |
Tit. Orig.: |
MÓNICA DEL RAVAL | |
Nacionalidad: | ESPAÑA, 2008 | |
Dirección: | FRANCESC BETRIU | |
Guión: |
FRANCESC BETRIU |
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Fotografía: |
FREDERIC COMÍ |
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Música |
Varias canciones |
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Interpretes: |
WOJCIECH ZIELINSKI, TOMASZ SCHUCHARDT, NATALIA RYBICKA, ADAM WORONOWICZ, MICHAL KOTERSKI, SLAWOMIR ROKITA, ZBIGNIEW KONOPKA, ANDRZEJ FRANCZYK |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS | |
Duración: | 110 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Francesc Betriu es un director catalán que se inició con títulos interesantes como su debut en el largometraje con 'Corazón solitario' (1973) al que siguió 'Furia española' (1975), 'La plaza del Diamante' (1982) o 'Réquiem por un campesino español' (1985). Después se dedicó a hacer varias series para la televisión y apenas volvió al cine, aunque con 'Sinatra' (1988), intentó regresar a sus inicios, pero los pocos que hizo en ese final de su carrera hasta hoy bajaron mucho de calidad.
Ahora nos presenta un documental sobre Mónica del Raval, una famosa mujer que ejerce la prostitución en las Ramblas de Barcelona, que no tiene otro mérito ni mayor interés.
Esto es lo que llamamos cine doméstico, rodado la mayor parte en catalán, para consumo interno, para aquellas personas que hablen el idioma español y el dialecto catalán, con el consiguiente desprecio para los demás, ya que ni siquiera subtitulan esa parte, lo que origina que apenas se haya visto en el territorio español.
La protagonista, cuyo verdadero nombre es Ramona Coronado García, nacida en Villamanrique (Ciudad Real) cuenta su vida de cómo a los 18 años ya ejercía la prostitución de carretera, después en clubs de alterne y hoteles, emigró al barrio chino de Barcelona, pasó también por Valencia y Mallorca utilizando diversos nombres (Heidi, Marta, Neleta, Carolina) hasta adoptar el definitivo de Mónica, aunque algunos también la conocen como Chicholina.
A lo largo del documental demuestra tener una gran memoria y cuenta, con gran desparpajo y sin pelos en la lengua, algunas de sus aventuras profesionales, batiendo una vez un récord de 20 clientes en diez horas.
Ella confiesa que ejerce la prostitución por vocación y de paso para ganarse la vida, pero que seguiría haciéndola gratis si algún día le tocara la lotería.
Ha tenido diversos amantes y amores hasta que finalmente parece que se ha establecido con dos de ellos con los que convive, Jose y Justino.
El documental, rodado a lo largo de dos años, es un retrato personal de Mónica, no tiene más interés que sus andanzas, casi siempre con su exagerado maquillaje de guerra, realizado de forma sencilla, sin alardes de cámara, a veces ilustrado con algunas fotografías y con declaraciones de algunos de sus clientes o conocidos del barrio.
El film pasó por los festivales de Málaga, Tolouse y Roma, todos en 2009.