Título: | SCREAM, VIGILA QUIEN LLAMA | |
Tit. Orig.: |
SCREAM | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1997 | |
Dirección: | WES CRAVEN | |
Guión: |
KEVIN WILLIAMSON |
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Fotografía: |
MARK IRWIN |
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Música |
MARCO BELTRAM |
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Interpretes: |
NEVE CAMPBELL, SKETT ULRICH, DREW BARRYMORE, ROSE McGOWAN, MATHEW LILLARD, JAMIE KENNEDY, COURTNEY COX |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
110 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Wes Craven consiguió un cierto predicamento dentro del género de terror a raíz de sus primeras películas, viéndose éste incrementado notablemente con 'Pesadilla en Elm Street' (1984), que provocó bastantes secuelas y a la que volvió para rematar la serie.
Ahora lo intenta otra vez con 'Scream. Vigila quien llama' (1997) un film del género en el que ensaya una fórmula que en parte ya puso en práctica en el célebre título del hombre de las cuchillas por dedos: asustar a adolescentes, por las que tiene pasión, que van siendo asesinadas sistemáticamente.
El guion es de un primerizo, Kevin Williamson, que curiosamente se disputaron varios estudios, cuando en realidad no hace más que acumular tópicos de cintas de terror a las que es muy aficionado. Así lo refleja en algunos de los protagonistas, y el propio asesino obliga a las víctimas a contestar preguntas cinéfilas sobre el género si quieren salvarse.
Se cita constantemente 'La noche de Halloween' (1978), de John Carpenter, de la que se ofrecen algunas escenas mientras la contempla un grupo de chicos, al tiempo que se comenten unos asesinatos.
Se menciona también 'Asalto a la comisaría del distrito 13' (1976), de John Carpenter, 'Pesadilla en Elm Street' (1984), o se sitúa la casa solitaria en una colina, como en 'Psicosis' (1960), de Alfred Hitchcock, por no seguir la serie de citas que se podrían hacer.
La película comienza estupendamente, con una de las escenas más agobiante e inquietante que hemos visto en los últimos tiempos y mejor resuelta, cinematográficamente, en la que la primera víctima, Drew Barrymore, se ve acosada por teléfono, mientras es espiada por el asesino desde un lugar que desconoce y su novio permanece atado y amordazado en el jardín a punto de ser asesinado.
Pero después de esta secuencia inicial, acumula un tópico detrás de otro hasta llegar al acelerado final, de lo más truculento y sacado de la manga, cayendo definitivamente en picado tras repetirse sin cesar.
Juega de forma tramposa con los trucos y acumula asesinatos sin más justificación que provocar el terror, que es lo que le gusta al público adolescente que asiste a este clase de films, motivo por el que marchan muy bien comercialmente, pero dejan que desear desde el punto de vista artístico.